Los gritos escapaban de mi garganta una y otra vez, aquel
cinturón se estrellaba en mi espalda y la evilla solo lograba abrir las viejas
heridas y aseguraba en un futuro más marcas
El último golpe me dejo en el piso, y las lágrimas bañaban
mi rostro, pero aun con el horrible dolor en mi espalda me puse de pie, si no
lo hacia la tortura comenzaba de nuevo.
-Espero que hayas
aprendido la lección- La voz de mi padre se escuchaba molesta y yo solo
pude asentir –Bien- Un sonrisa apareció en su rostro y con una
mano revolvió mi cabello –Sube a tu
cuarto- Yo asentí y así lo hice.
A mis escasos 5 años no entendía mucho, no sabía las razones
por las cuales mis padres me golpeaban, pero debía ser algo realmente malo para
que me castigaran así.
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Los fines de semana me gustaba ir al pequeño rio, donde no
había nada, solo me sentaba en la orilla a disfrutar del ambiente.
Aun con aquellas heridas abiertas me gustaba ir a relajarme,
podía sentir como la sangre escurría por mi espalda, pero en este tiempo había
aprendido a usar doble camiseta y una chamarra gruesa para que la sangre no se
notara.
Sentí una ráfaga de aire y cerré los ojos, dejándome llevar
por aquella sensación tan placentera.+
Abrí los ojos cuando unos sollozos invadieron el lugar,
voltee y me encontré con un niño, aproximadamente de mi edad llorando, pude ver
como tenía sangre en su rodilla.
Me levante y me dirigí hasta él.
-¿Estás bien?- Ante
mi pregunta levanto el rostro y pude ver su cara empapada en lágrimas.
-M… me caí- Me
dijo y su llanto se hizo presente
-Ven- Le dije levantándolo
del piso y con una mueca de dolor se puso de pie y lentamente lo acerque al
rio.
-Me inque y comencé a lavarle la herida con el agua del rio,
podía ver su expresión de dolor en
su rostro, pero era mejor así, una vez quitada la sangre rasgue un pedazo de
una de mis camisetas y lo puse alrededor de la herida, sabía que me golpearían
pero eso no importaba en ese momento.
-Listo ¿Estás mejor?-
El asintió y lentamente sus sollozos se convirtieron en hipidos, hasta que
nuevamente todo quedo en silencio.
Ambos estábamos sentados frente al rio, ninguno de los 2
decía algo.
-¿Dónde aprendiste?- Voltee
a mirarlo con duda –Me refiero a como
curar-
-No lo sé,
simplemente lo hice- Pude ver en
su expresión que no me creía, pero tampoco dijo nada.
Y tenía razón, había aprendido a curar heridas para sanar las
de mi espalda, pero con el tiempo deje de hacerlo, no tenía caso curarlas si al
día siguiente se volvían a abrir.
-¡Junsu!-
Aquel grito hizo que ambos volteáramos y vi a otro niño de
cabello negro y ojos oscuros.
-¡Chunnie!- El
niño a mi lado gritó y agitó la mano sonriente, aquel niño lo vio y corrió
hacía nosotros.
-Su, ¿Dónde andabas?
Le dijo dándole un abrazo.
-Jugando- Le dijo
con una sonrisa.
-¿Qué te paso?-
Le dijo preocupado observándolo bien-
Estas sucio, lleno de tierra y… -Hizo una pausa y abrió mas los ojos -¿Eso es sangre?- Le dijo apuntando a
su rodilla, donde su pantalón estaba manchado de esta.
El rio nerviosamente
-Sí, yo me caí-
-Deja te curo-
Comenzó a levantar su pantalón y antes de poder decir un “pero” el chico se
detuvo al encontrar el pedazo de mi camiseta y se sorprendió.
-Te iba a decir que
no era necesario- Le dijo y me volteo a ver.
-¿El te curo?-
Dijo señalándome y en respuesta asintió –Supongo
que debo darte las gracias- Lo mire con extrañes ¿Suponía?
-Yoochun no seas
grosero- Me volteo a verme y me pidió perdón con la mirada
Yo no dije anda, solo me puse de pie, ya se estaba haciendo
tarde y si no llegaba a casa me reñirían.
-Me tengo que ir-
Le dije
-¿Tienes que?- Me
pregunto y yo solo asentí
-Ten más cuidado la próxima
vez am…-Me quede callado al darme cuenta que no sabía su nombre-
-Junsu- Me dijo
sonriente- El es Yoochun, mi mejor amigo-
Dijo jalándolo, pero aquella cara de molestia me daba a entender que no era
bien recibido –Y tu…-
-Changmin- Le
conteste y el volvió a sonreír
-Vámonos- Le dijo
Yoochun a Junsu y lo tomo del brazo y comenzaron a caminar
Pude ver como Yoochun lo ayudaba a caminar y por un momento sentí
envidia, ambos se tenían el uno al otro, hasta ese momento me di cuenta que me
encontraba solo, no tenía amigos y jamás me había importado, porque toda mi
vida había sido así, pero al verlos a los 2 juntos apoyándose, por primera vez
sentí aquel sentimiento llamado soledad.
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Aquel día no estaba completamente equivocado mis padres me
habían reñido por llegar con la camiseta rasgada, pero extrañamente no me
golpearon, y por alguna razón estaba felices y simplemente me dejaron ir bajo
una advertencia.
Desde entonces cada fin de semana me encontraba con Junsu y
se había hecho una costumbre.
Y ahora ambos estábamos recostados en el pasto, Junsu
hablaba y hablaba, y eso no me molestaba, y al parecer a él tampoco el hecho de
que nunca hablara.
-Junsu- Ambos nos
sentamos y nos encontramos con el rostro de un muy molesto Yoochun- Te dije que no te juntaras con él Le
dijo señalándome
-Pero Chun, Min es mi
amigo- Y con esa última palabra sentí como mi corazón se aceleraba y sonreí
inconscientemente, porque Junsu lo había dicho, era su amigo y yo estaba feliz,
pero aquella felicidad duro muy poco.
-No me interesa, como
puedes ser amigo de alguien que conoces hace 1 mes- Le dijo molesto –Y si
sigues hablándole olvídate que te siga hablando.
Ante sus palabras me sorprendí y Junsu se asusto, su cara
demostraba terror.
-P… pero Chun yo… yo
no…-
-No te preocupes-
Le corte –No interferiré- Y sonreí con amargura
Creo que al final Junsu no era mi amigo ¿Quién era yo para
interponerme entre su amistad? Yoochun tenía razón, yo solo era un fulano que había
conocido 1 mes atrás, del cual solo sabía su nombre.
-Changmin- La voz
de mi madre hizo que me diera vuelta, y la vi ahí parada, siempre supe que mi
madre era una mujer hermosa y ahora aun más ahora que estaba embarazada –Vámonos- me dijo.
-Si mami- Le dije
y corrí hacía ella, di una última mirada hacia Junsu que me veía con curiosidad
y Yoochun me miraba con ira, pero ¿Por qué?
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Desde aquel día no regrese al rio, en esos momentos era
placentero estar en mi casa, desde que se habían enterado que mi mamá estaba
esperando a mi hermanito o hermanita no me habían golpeado, y me gustaba verlo sonreír
y entretenerse armando el cuarto para el bebé.
Aquel día decidí ir al rio, mis padres habían salido a
comprar las cosas para la bebé, ahora sabíamos que iba a ser niña y yo estaba
feliz, me trepe a un árbol y me recosté en una de sus ramas.
-Changmin-
Aquello hizo que abriera los ojos, me senté mejor en el árbol y pude ver a
Junsu y a Yoochun
–Changmin-
-No está Junsu-
Le dijo y Junsu volteo a verlo molesto
-Y de quien es la
culpa- No dijo más, pude ver como se sacaba su camiseta y su pantalón y se metió
al agua con su traje de baño.
-Ya Junsu no te
enojes- Le dijo imitándolo
Me quede viéndolos jugar en el agua y la nostalgia me invadió,
esperaba que una vez que mi hermanita naciera y creciera pudiera jugar con ella
y reír como lo hacían ellos.
Estaba tan metido en mis pensamientos que me moví de más,
esto hizo que mi peso me ganara y cayera
del árbol. Me incorpore adolorido y sobe mi cabeza.
-¿Changmin?- La
voz de Junsu hizo que me parara completamente.
-Nos estabas espiando-
Me dijo Yoochun con molestia y yo negué
-Estaba dormido en el
árbol y me caí- Parte era verdad y parte mentira, pero él no lo sabía
¿Cierto?
-No le hagas caso
Min, ven a nadar con nosotros –Me dijo, al principio lo dude pero al final
sonreí, estaba a punto de sacarme la camiseta cuando recordé…
Las marcas, no podía dejar que vieran mi espalda, por lo
cual solo me quite los pantalones quedándome en ropa interior y me metí al rio.
-Min porque no te
quitas tu camiseta-
Un sonrojo apareció en mi rostro y dije lo primero que se me
vino a la mente.
-E… es que me da
pena- Le dije y el solo pudo soltar una carcajada
-Ahora resulta que el
niño es penoso- Aquel comentario hizo que me encogiera en mi lugar
Desde que nos conocíamos Yoochun siempre había sido así
conmigo y no entendía porque
-Yoochun, déjalo-
y eso lo molesto más.
-No lo entiendo
Junsu, porque siempre lo defiendes, estoy arto, que tiene él que hace que no me
hagas caso-
Y en un impulso me empujo, todo paso en cámara lenta,
incluso me preguntaba ¿Dónde está el piso?
Y lo encontré al sentir una gran piedra encajarse sobre mi
espalda y un grito de dolor escapo de mis labios.
-¡Changmin!- Aquel golpe me había dejado aturdido y solo podía
escuchar los gritos de Junsu -¡Estás
sangrando!-
Cuando logre salir del aturdimiento me incorpore y me
encontré con sus rostros asustados.
-Yo… lo… lo siento-
Dijo en un susurro –No… no fue mi
intención-
Ya no sentía nada, pero los gritos de Junsu podía saber que
mi espalda estaba sangrando
-Estoy bien-
-Claro que no, estas
sangrando- Junsu ya para ese momento lloraba- Te voy a curar-
-Su no es necesario-
-Sí lo es, ahora quítate
la camisa-
Y entre en pánico, seguí negando, alegando que no quería,
que estaba bien, comenzamos a forcejear hasta que lo logro, logro quitarme mi
escudo, solo pude cerrar los ojos y esperar, pero no hubo nada, solo silencio y
voltee a verlos.
Ambos estaban ahí estupefactos, y no los culpaba, mi espalda
estaba llena de marcas y cicatrices, pero ahora con la sangre podía imaginar
que se veía peor.
-Min t… tu
es… espalda-
De su boca solo salían balbuceos
-Lo sé, por eso no
quería- Las lagrimas bajaron por mi rostro, solo tome mis cosas y salí
corriendo de ahí
------------------------------------------------
Y nuevamente me quede en mi casa, en ese tiempo mi hermanita
nació, era muy linda y por fin había paz… o eso creía
Una noche mis padres me dejaron a cargo, creo que tenían una
junta importante o algo parecido, pero el punto era que cuidaría a mi
hermanito.
Me gustaba asomarme en la cuna y ver sus ojos curiosos, su
gran sonrisa y las pequeñas risas que salían de su boca, a veces levantaba sus
manitas hacía mi feliz, y eso me alegraba.
Aquella noche había una gran tormenta, se podía escuchar
cómo caía la lluvia y los llantos de mi hermana hicieron que me levantar,
cuando entre, me encontré con una escena que jamás olvidare, aquella tormenta
había rato las ventas y varios pedazos estaban en su cuerpo, como pude corrí a
su cuna, y antes de poder hacer algo los gritos de mi madre se escucharon,
voltee y vi su cara horrorizada, corrió y literalmente me empujo.
-SungMin llama a la
ambulancia- El pánico se apodero de mí, todo paso tan rápido que no me daba
tiempo de procesarlo, él ruido de la ambulancia, los sollozos de mi madre,
todo.
Y para cuando me di cuenta estaba sentado junto a mi padre,
en un largo pasillo blanco, y ambos lados estaban bloqueados por un par de
puertas enormes de metal.
El ruido de la puerta abriéndose hizo que ambos girábamos la
cabeza y de ahí mi madre apareció con mi hermanita en brazos y una gran sonrisa
adornaba su rostro.
-No paso nada, solo
fueron unos pocos cortes- Mi padre se puso de pie y se acerco, ambos sonreían
mientras veían a mi hermanita.
Aquellas sonrisas me recordaban a Junsu y Yoochun juntos, y
nuevamente aquella sensación de soledad me invadió.
Seguí a mis padres por aquellos pasillos ausentes en su
mundo, y por un momento creí que se habían olvidado de mí.
Una vez en casa mi madre subió con mi hermana, y cuando me
disponía a retirarme a mi cuarto la mano de mi padre me detuvo.
-Tenemos que hablar-
Yo solo asentí y lo seguí hasta llegar a la sala
-¡¿Qué te pasa?!-
El gritó de mi madre hizo que volteara y solo pude sentir un ardor en mi
mejilla, aquel acto hizo que abriera mas los ojos, mi madre me había dado una
cachetada -¡Te dije que la cuidaras!
Solo eso-
Y el sonido familiar del metal haciendo ruido hizo que el
miedo se apoderara de mí.
-Lo siento, pero
tienes que aprender- De un jalón me quitaron la camiseta que traía puesta,
y aquel infierno se repitió
La evilla del cinturón se estrellaba contra mi espalda una y
otra vez, pero los gritos ya no salían de mi garganta, las lagrimas ya no salían
de mis ojos, simplemente cerraba los ojos y apretaba los puños, solo me quedaba
soportar el dolor.
Uno se da cuenta que cuando piensa que las cosas no podrían
estar peor, pues empeoran, con dificultad subí las escaleras, la sangre escurría
por mi espalda, e instintivamente fui a la habitación de mi hermanita para
verla, pero mis padres estaban ahí y pude escucharlos hablar.
-Tranquila- La
voz de mi padre se escuchaba calmada
mientras que la de mi madre era furiosa.
-¡¿Cómo quieres que
este tranquila?! No podemos confiar en él-
-Es tu hijo-
-Sabes que nunca lo quise-
Ese comentario hizo que el dolor de mi espalda fuera mínimo
a comparación del dolor que se formaba en mi pecho.
-No digas eso-
-Sabes que fue un
error-
No quise seguir escuchando, solo salí de mi casa, corriendo
a todo lo que daban mis piernas, todo mi pequeño mundo se había derrumbado con
solo aquellas palabras, por que te das cuenta de que tu existencia es un error.
Y fue cuando me di cuenta que mi madre tenía razón, yo no
tenía por qué estar aquí, por algo estaba solo, sin amigos, y ahora me daba
cuenta que mis padres tampoco me querían ¿Mi hermanita me odiaría?
Todo aquello se acumulaba mientras corría a alguna parte,
las lágrimas ya habían aparecido, y la lluvia caía sobre mí.
Cuando no pude más me detuve agotado, y me di cuenta que me
encontraba en el rio, aquel calmado rio ahora corría rápido por la lluvia y una
idea cruzo por mi mente, lentamente me acerque, y un grito hizo que
volteara.
-¡Changmin!- Pude
ver a Junsu y Yoochun correr hacía mi.
Por un momento sonreí y eso los asusto mas, gire mi vista
una vez más al rio y sin pensarlo 2 veces me lance.
Después de eso todo se volvió confuso, los gritos de Junsu,
llantos, la cabeza me daba vueltas por falta de aire, podía sentir como tomaba
bocanadas de agua, lo sabía me estaba ahogando, y por alguna razón no tenía
miedo, estaba tranquilo, todo se volvía blanco y me sentí en paz.
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Aquella luz hizo que abriera los ojos y me di cuenta que
estaba en mi habitación todo era confuso.
¿Por qué estaba aquí? ¿No se suponía que me había ahogado?
¿Todo había sido un sueño? Todas aquellas preguntas se amontonaron en mi mente,
hasta que el sonido de la puerta me distrajo.
Voltee y vi a mi padre con una cara de sorpresa, corrió y se
sentó junto a mí.
-¡¿Estás loco?!- No
dije nada, solo desvié la mirada, sentí como ponía sus manos en mis hombros
para luego sacudirme –Maldición Changmin,
sabes lo preocupados que estábamos-
-No es cierto- las
lágrimas hicieron aparición y mire a mi padre que tenía su mirada confundida –Ustedes no me quieren, solo fui un error-
Pude ver la sorpresa en sus ojos, dándome a entender que
ahora sabía que los había escuchado, su agarre se aflojo y nuevamente me recosté
en mi cama esta vez sin acallar mi llanto.
-Changmin eso no…-
-¡Es cierto!- Le
grite a un en mi posición –Ojala me
hubiera ahogado-
-¡No vuelvas a decir
eso!
-¿O qué? Me vas a golpear,
hazlo no me importa-
Pude escuchar un suspiro y luego el sonido de la puerta.
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Sentí como mi estomago podía algo de comer, salí de mi
habitación y lentamente baje las escaleras, y como si se estuviera volviendo
costumbre los escuche
-¿Qué no te
preocupa?-
-¿Por qué? Es mejor,
así no tengo que fingir-
-Dios, Changmin
estuvo a punto de suicidarse y lo único que te interesa es que ya no tienes que
fingir, es tu hi…-
No termino, ya que pase por la sala a la cocina, cogí un
banco y trepe para alcanzar la alacena y saque una caja de sopa instantánea,
moví el banco y puse agua en una pequeña tetera, volví a arrastrar el banco y
puse a calentar el agua (y me di cuenta que ser un niño tenía sus desventajas)
abrí el refrigerador y saque jugo de naranja el cual lo serví en un vaso, (el
cual tuve que arrastrar nuevamente el banco para alcanzarlo) y una vez que la
tetera me aviso que el agua hervía simplemente la vacié en aquel envase.
Un vez con mi sopa y mi jugo en manos camine al comedor, en
ese trayecto pude ver como mis padres me seguían con la mirada, pero los
ignore, deje aquellos objetos sobre la mesa y con dificultad me subí a la silla
y me senté, después de eso me perdí en la comida, adoraba comer, pero mi
pequeña felicidad fue interrumpida.
-¿Qué haces pequeño?-
La voz de mi padre me saco de mi mundo, levante la vista y ahí estaba con una
sonrisa -¿Esta rico?- Puso su mano
en mi cabeza y sacudió mi cabello.
En un movimiento quite su mano de mi cabeza y seguí comiendo.
-Te están hablando-
La voz de mi madre se escucho molesta, pero la ignore.
Una vez que termine, tire el envase a la basura y trepado en
aquel banco lave el vaso sucio, posicionándolo en el escurridor, baje del banco
y sin más volví a subir las escaleras bajo la mirada molesta de mi madre y la de
mi padre no la pude descifrar.
-----------------------------------------------------------
Y ahí estaba nuevamente en aquel ahora tranquilo rio, donde
hace unos días había intentado quitarme la vida.
-Yoochun, es Changmin-Una
voz me distrajo y en un momento tenía a Junsu sobre mí –Creí que te ahogarías- Dijo ya llorando.
-Ojala hubiera
pasado-
-¡No digas
tonterías!- Aquella voz era la de Yoochun, alce mi vista y lo vi ahí parado
con su cara molesta de siempre –Tu padre
estaba muy asustado cuando te saco casi muerto del agua- Y fruncí el seño.
-¡Y a ti que te
importa!- Le reclame –Tu hubieras
deseado que me ahogara ese día-
-¡De qué demonios
hablas!-
-¡Me odias!- Ante
aquello abrió los ojos por la sorpresa –Desde
que nos conocemos no has hecho más que insultarme o decirle a Junsu que si se
junta conmigo le dejaras de hablar, lamento no haber muerto, yo también quería
no volver a despertar-
Mordí mi labio cuando sentí que estaba a punto de llorar.
-Lo siento- Lo
mire con sorpresa ¿Se estaba disculpando?
–Yo no quería, solo… solo estaba celoso-
Lo mire con duda –Estaba celoso porque tú tenías una
familia a diferencia mía y de Junsu que vivimos en un orfanato, yo no puedo
odiarte, eres mi amigo-
Aquello hizo que mi corazón se acelerara, y un sonrojo ataco
mi rostro, baje la mirada con una pequeña sonrisa, estaba feliz.
-Tú no deberías de
estar celoso, tienes a Junsu- Le dije
–Mis padres no me quieren- Pude ver la sorpresa en sus rostros –Las cicatrices de mi espalda me las
hicieron ellos –Hice una pausa y respire –Aquel día los escuche decir que yo había sido un error-
Pude sentir como alguien me abrazaba y sentí una sensación cálida
en mi pecho.
-Lo lamento- La
voz de Yoochun era un susurro- Te
prometo que nadie volverá a hacerte daño-
Con aquellas palabras no pude evitar llorar y me aferre a su
cuerpo.
-------------------------------------------------------------------
Desde entonces pasaron 8 años, en los cuales todos los días después
de clase Yoochun Junsu y Yo nos juntábamos en el rio para jugar o simplemente reírnos
de las locuras que hacía Junsu, fueron los mejores años, aunque en mi casa
fuera diferente, mi madre y yo nos habíamos
dejado de hablar desde entonces, mi padre hacia lo posible por entablar una
conversación conmigo, pero simplemente lo ignoraba, eso sí, mi hermana había
crecido mucho y me alegraba que no supiera nada de lo que pasaba con nosotros.
En ese tiempo me enamore de Yoochun, adoraba ver aquella
sonrisa, su cabello algo largo y negro y aquellos labios rojos.
Hundí la cabeza en la almohada ante mis pensamientos,
aquello me ponía feliz y a la vez triste, porque se notaba que Yoochun estaba
enamorado de Junsu y viceversa y aquello me deprimía.
-Hyung ¿Estas
despierto?- Mire la puerta y vi una cabecita asomándose por la puerta y
sonreí
-¿Qué pasa?- Le
pregunte y un sonrojo ataco sus mejillas, se veía tan adorable.
-Podemos salir a
pasear un rato- Yo solo asentí.
Caminaba en dirección al rio, tomando la mano de mi hermana
que sonreía y una vez ahí fuimos recibidos por ambos chicos.
-Chicos, les presento
a mi hermana Seo Yin- Mi hermanita se escondió detrás de mí, era muy tímida.
-Así que tu eres Seo
Yin- Mi hermana asintió tímidamente
Y de un jalón Junsu la arrastro hacia el rio, mi hermana me
miro con miedo y yo le sonreí para calmarla, al final Junsu y Seo Yin estaban
jugando con el agua.
Yoochun y yo solo los veíamos jugar, lo mire de reojo y un
sonrojo ataco mi rostro, cerré los ojos para tranquilizarme pero su fragancia invadió
mis sentidos.
-Yoochun p… puedo
decirte algo- El me miro con curiosidad y asintió –Bueno es que yo…- Mi intento de declararme se estaba yendo por la
borda, ya que aquellos ojos oscuros me ponían nervioso, respire profundamente y
continúe –Tu… tu… tu me gustas- Lo dije en un susurro y baje la
mirada.
Al no escuchar respuesta alce mi rostro y me encontré con el
de él y se podía ver la sorpresa
-Creo que no escuche
bien, ¿podrías volver a repetirlo?-
-Tú me gustas Hyung-
Esta vez lo dije bien- Yo… no solo eso
yo te…- No pude continuar porque
Yoochun tapo mi boca.
-No sigas- Me
dijo –Lo lamento pero yo no…-
-Lo sé- Le dije y
me miro confundido –Se que no sientes lo
mismo, yo solo quería decírtelo-
El asintió y me abrazo,
y yo solo sonreí, me había quitado un peso de encima.
-----------------------------------------------------------
Una noche recibí un mensaje de Yoochun
“Min ¿Podemos hablar? Te
estaré esperando en…”
Mire extrañado la dirección y simplemente encogí los
hombros, tome una chamarra y salí de mi casa hacía aquel lugar, cuando llegue
Yoochun me estaba esperando
-Hyung ¿Paso algo?-
El volteo y sonrío mientras negaba con la cabeza.
-Ven- Me dijo arrastrándome
dentro del hotel, recorrimos algunos pasillos y cuando paramos saco una llave
de su bolsillo, una vez dentro Yoochun me empujo y caí sobre la cama e
inmediatamente se puso sobre mí.
-¿Hyung?-
-Alguna vez te han
dicho que eres hermoso Min- Sentí su
lengua pasar por mi cuello y un gemido escapo de mis labios ante la sensación –Relájate-
-P… pero-
Mis palabras se quedaban en mi garganta al sentir sus manos
acariciar mi cuerpo, su boca seguía un recorrido desde mi oído hasta mi cuello,
y lentamente sus manos me despojaban de mi ropa, y cuando sus manos estuvieron
en mi miembro deje de pensar, y me deje llevar por las sensaciones.
Las lagrimas bajaron por mí rostro y un grito escapo de mi
garganta cuando el miembro de Yoochun se introdujo en mi entrada de una sola
estocada, sin preparación, sentía como me partía en 2, sentí como algo escurría
por mis piernas, por lo cual supe que era sangre, pero no pude pensar por mucho
tiempo, porque Yoochun comenzó las embestidas, y yo solo podía aferrarme a su
cuerpo, aquello me sacaba gritos de dolor y placer mezclados.
Pude sentir mi clímax y el nombre de Yoochun salió de mis
labios al terminar, poco después sentí su semen en mi interior y su peso muerto
sobre mí.
Nuestras respiraciones se escuchaban en la habitación y
aquella sonrisa no desaparecía de mi rostro, estaba feliz, pude sentir como
Yoochun abandonaba mi interior y se recostaba junto a mí.
-Hyung- Recosté
mi cabeza sobre su pecho, cerré los ojos y me deje llevar por aquella fragancia que tanto quería –Te amo-
El cansancio rápidamente me ganaba, y solo pude sentir un
beso en mi frente y me quede dormido con aquella sonrisa.
-----------------------------------------------
Los rayos del sol hicieron que abriera los ojos y al notar
que no estaba en mi habitación sonreí, después de todo no había sido un sueño,
me incorpore y aunque un dolor apareció en mi zona baja mi felicidad era mayor.
Busque a Yoochun con la mirada pero no estaba, ignore la mancha de sangre en la
sabana y me la enreje en la cintura, me puse de pie, y camine hacia el baño con la esperanza de
que estuviera ahí, pero en aquella habitación solo me encontraba yo.
No le di importancia pensando que había tenido algo que
hacer, por lo cual me dirigí a mi casa para darme un baño.
Cuando entre, todo estaba en silencio, si tenía suerte mis
padres no se enterarían que había pasado la noche fuera, subí las escaleras
cuidadosamente y cuando toque el pomo de la puerta pensaba que realmente tenía
suerte, pero duro muy poco porque la voz de mi padre se escucho.
-¿Changmin?- Me
encogí en mi lugar y no dije nada -¿De
dónde vienes?-
-Solo baje por algo
de comer- Le dije con mi tono de voz monótono y sin esperar respuesta entre
a mi cuarto.
Un suspiro salió de mis labios y sonreí aun podía sentir las
manos de Yoochun acariciando mi cuerpo, sacudí la cabeza para alejar aquellos
pensamientos.
Una vez bañado y vestido, baje las escaleras encontrándome a
mi “familia” sentados en la mesa, no dije nada, solo tome una tostada de pan de
la cocina y salí en dirección a aquel orfanato donde vivían Yoochun y Junsu.
Cuando llegue le teclee un mensaje
“Estoy afuera del
orfanato, te espero”
Me senté en una pequeña banca a esperarlo, pero conforme
pasaba el tiempo, me empezaba a preocupar.
-Disculpa-
Aquella voz me saco de mis pensamientos, frente a mí se encontraba un chico –Tu eres amigo de Junsu y Yoochun ¿Cierto?-
Yo asentí
-Vine a buscar a
Yoochun- Me miro con sorpresa
-¿No sabes lo que
paso?- Y negué con la cabeza y ante aquel suspiro que salió de sus labios
me preocupe
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Nuevamente estaba ahí en el rio, sintiendo como las lagrimas
caían por mi rostro y las palabras de aquel chico retumbaban en mi cabeza.
“Anoche Junsu y Yoochun pelearon y terminaron, Junsu salió con otro
chico y tuvieron un accidente, el chico esta en el hospital, pero Junsu falleció,
Yoochun se desapareció, dejo una nota diciendo que no volvería”
Y aquella noche maravillosa se convirtió en mi peor
pesadilla, Yoochun solo me había utilizado, y no solo
eso, también había
traicionado a Junsu ¿Por qué no me habían dicho que estaban juntos?-
Se notaba que esos 2 se amaban y yo como estúpido había caído.
Sentí como alguien se sentaba junto a mí, pero simplemente
no le di importancia.
-¡¿Estas feliz?!-
Grite a la nada -¡¿Esta es tu forma de
decirme que siempre estaré solo?!- Ya no podía esconder mi llanto, me puse
de pie y seguí gritando a la nada -¡¿Está
es tu forma de recordarme que soy un error?!-
Me deje caer de rodillas, puse mis manos en el suelo y seguí
llorando.
-¿Estás bien?-
Escuche a alguien que me llamaba, pero en ese momento no me importo, pude
sentir como me intentaban levantar del suelo, y cuando lo logro me aferre a
aquel cuerpo desconocido que se había apiadado de esta alma solitaria.
Nooo, es que como es posible que Chun haya utilizado de esa manera a Min, Junsu porque moriste???? T.T
ResponderEliminarGracias por leer espero que sigas leyendo n.n
EliminarT_T Pobre Min, toda una vida de sufrimiento y encima Chunnie lo utiliza...Espero que la persona que lo abrazó sea Jae *0*
ResponderEliminarMe gustó mucho este capítulo, espero que lo continúes pronto =)
Tendras que esperar el proximo capítulo gracas por leer y por tu comentario n.n
Eliminarwoauu Me encanto, escribes muy bien, sentí todas la emociones que ellos sentían, llore con ellos, espero sigas escribiéndolo :)
ResponderEliminarJeje claro que seguire escribiendolo solo que ando muy ocupada con la escuela y no tengo inspriación T-T peo espeor actualizar pronto gracias por leer n.n
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