jueves, 13 de junio de 2013

Esclavo de tus deseos Part 2



Mi barbilla descansaba sobre la palma de mi mano, mientras mi brazo se recargaba contra el del sofá, miraba un punto en la pared, y solo escuchaba los blah, blah, blah, que salían de la boca de mi padre, estaba aburrido y no pensaba ponerle la mínima atención.

Desperté cuando vi su cara muy cerca de la mía, lo que me hizo retroceder un poco, pude notar que me miraba con el seño fruncido y de repente tomo el libro que se encontraba en la mesa y luego lo estrello contra mi cabeza.

-¡Hey!- Le grité

-¡No me grites!- Me regreso el grito –Y te lo mereces, te estoy hablando y no me prestas atención, esto es importante-

-Nada de lo que digas es importante- Y en lugar de contestarme me sorprendió el hecho de que solo suspirara

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver aquella sonrisa que ponía cuando tramaba algo y de repente estiro su mano entregándome 2 objetos.

Cuando puse atención observe que era una tarjeta de crédito y un pedazo de papel

-¿Para qué son?-

-Ya te lo explique, no pusiste atención y no pienso volver a repetirlo- Estaba a punto de gritarle y decirle un “que se supone que quieras que haga con esto si no me dices” pero no me dejo  -Solo quiero que te vayas a divertir a este lugar- Dijo tomando el pedazo de papel –Después te diré que tendrás que hacer, la tarjeta es para que gastes lo que quieras ahí-

Afile un poco mi mirada, siempre me estaba protestando porque gastaba su dinero en cosas innecesarias (esto incluía bares, prostíbulos etc.) y ¿Ahora me salía con esto?

-¿Qué tramas?-

-Ya te lo dije, después lo sabrás, ahora ve y diviértete- La verdad no creía hacerlo, después de todo teníamos conceptos diferentes de la diversión y solo puse suspirar –Cuando entres al lugar entrégale esto al Bar tender- Me dijo dándome una tarjeta roja –El sabrá, solo déjate llevar.

Y sin más salió de ahí en su silla de ruedas, había tenido un accidente hace unos 3 años y no había podido recuperar la movilidad de sus piernas, pero ese era su culpa por conducir ebrio.

Solo suspire y fui hacía el conmutador.

-Kyuhyun, prepara el auto, voy a salir- Y sin esperar respuesta fui a la entrada principal, esperando que una vez que saliera ya estaría ahí el auto.

Y aún con varios minutos de retraso por culpa de mi inútil chofer salí de mi casa, una gran mansión para ir a la dirección de aquella tarjeta.

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Cuando entre a aquel lugar realmente no me sorprendí, era un bar familiar común y corriente, y lo esperaba conociendo a mi padre, realmente me aburriría en este lugar, no había chicas, no alcohol, simplemente por ser  familiar. A sí que tome asiento en la barra para que el dichoso Bar tender apareciera para sí terminar y poderme ir a un lugar decente.

Fueron los 10 minutos más largos de toda mi vida, porque el Bar tender tardo, cuando me vio sonrió y me preguntó “¿se le ofrece algo?” si quería golpearlo, pero me limité a entregarle aquella tarjeta roja, cuando la vio pude ver la sorpresa en sus ojos.

-¿Puedo ver su identificación?- Aquella sorpresa hizo que me diera curiosidad, por lo que sin dudarlo se la entregue. -Kim Jaejoong ¿Es correcto?- Yo solo asentí –Bien Sr Kim sígame por favor, su encargo lo tengo atrás-

Aún no entendía, pero recordé las palabras de mi padre, “él sabrá, solo déjate llevar” por lo cual lo seguí.

El hombre me llevó a la parte trasera del bar, y abrió una puerta y al hacerlo me quede en shock.

Ahí frente a mis ojos había un bar, pero no cualquier bar, era un prostíbulo clandestino y sonreí vaya sorpresa ¿Quién diría que mi padre tuviera esos gustos?

-Sr Kim- Gire mi rostro hacia el hombre que sonrió –Por favor tome asiento, en cualquier momento le llamarán-

Yo solo asentí, mientras caminaba y el cerraba la puerta en mi espalda, vi bien el establecimiento y realmente me emocione, aquello era como un patio de juegos (eróticos por supuesto)

El lugar era bastante grande y había bastantes chicos y chicas sirviendo y bailando, algunos llevaban a sus clientes fuera del establecimiento a algún lugar, y no pude evitar sentir como la excitación se apoderaba de mi cuerpo, el lugar era perfecto.

Busque con la mirada un lugar donde sentarme y vi una barra, encogí los hombros, no importaba si tomaba algo en lo que me llamaban, fuera lo que fuera la razón para lo que lo harían.

Disfrutaba viendo todos aquellos chicos bailando y la verdad si no me hablaban dentro de poco…

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un hombre.

-¿Kim Jaejoong?-

-¿Si?-

-Sígame por favor-

No dijo más y no me quedo otra más que seguirlo, y así me llevó lejos de aquella agradable vista, hasta una oficina donde había otro hombre.

-Sr Kim, por favor tome asiento- Yo lo hice, aún me preguntaba qué era lo que me darían –Jung Yunho- Me dijo presentándose –Es usted nuevo aquí ¿Cierto?- Yo solo asentí  -Bien, usted paso a este lugar gracias a esto- Me dijo enseñándome la tarjeta roja –Hay 2 tipos, la roja y la azul, una tarjeta azul significa un servicio normal, sin embargo una roja es un pase VIP.

La verdad es que me sorprendí un poco ante sus palabras ¿Realmente mi padre me había enviado a este lugar para divertirme?

-Por eso- Continuo –Ha sido llamado aquí, solo tengo estas charlas con los tarjeta roja, para brindarle un mejor servicio- Recargo su cabeza sobre sus manos, apoyándose en el escritorio y me sonrió –Le digo que solo hemos entregado 6 tarjetas rojas y que 1 fue retirada debido al comportamiento del cliente, si, tiene prioridad, pero como en todos los lugares hay reglas y si no queremos problemas hay que respetarlas ¿Cierto?-

-Cierto-

-Bien- Hizo un pausa lo cual abrió un cajón de su escritorio y saco unos papeles de su cajón y me los entrego –Antes que nada, quisiera saber cómo es que consiguió la tarjeta-

-Mi padre me la dio-

-No me sorprende, muchos heredan sus pases, ahora me gustaría que leyera las normas y que me firme al estar de acuerdo- Yo solo asentí y comencé a leer

REGLAMENTO

“Bienvenido a este prostíbulo, no tenemos un nombre tal cual, pero no significa que no podamos darle un buen servicio, y para hacerlo tenemos 2 reglas para que este lugar funcione correctamente.

Usted al llegar pudo verla clase de chicos que tenemos, siempre tratando de darle gusto al cliente, sin embargo, los chicos que usted ve ahí no pueden ser escogidos por algo más que no sea servirle, entregarle bebidas o brindarle un buen espectáculo, debido a que todos ellos son menores de edad, manejamos a nuestra gente en 3 etapas, desde que los obtenemos hasta los 14 años solo servirán licor, de los 14 a los 18 aprenderán danza erótica, y de los 18 en adelante es cuando podrán vender su cuerpo.

Nuestra segunda regla consiste en hacerle saber o bien si ya descubrió recordarle que este lugar es clandestino, lo cual significa que está prohibido, por lo cual debe permanecer en secreto este lugar, si la policía se enterara del  establecimiento lo cerrarían, y todos serán arrestados, al firmar este documento usted está aceptando las consecuencias.

Al ser un miembro VIP significa “tener un mejor servicio” hay lugares llamados zonas VIP donde usted puede tener cualquier privacidad, ser capaz de elegir es un gran poder en este lugar.

Y después de aquello pedía que pusiera mi nombre y firma, no le vi ningún problema ¿Por qué querría que descubrieran este lugar? Realmente era el paraíso y sin pensarlo 2 veces firme y le entregue a Yunho los documentos.

-Bien-dijo tomando otros papeles, o más bien un cuadernillo –Esto le pertenece-

-¿Qué es?-

-Es una lista- Me dijo –Se actualiza cada año, ahí tiene los nombres y datos de las personas que son mayores de edad, al ser un cliente VIP tiene como privilegio escoger a cualquier acompañante que usted desee-

Yo solo puse sonreír, realmente estaba en el paraíso.

-Gracias- Le dije mientras ojeaba el cuadernillo.

-Bueno, eso es todo- Me dijo levantándose y lo imite –Por favor disfruté del lugar-

-Claro- Yunho llamó a otra persona la cual me regreso al bar.

Tome asiento en una mesa y por lo mientras pedí un trago, vi aquel hermoso niño que traía el alcohol, a mi mesa, tenía a lo mucho 11 años y mientras vaciaba el alcohol en una copa no pude evitar pasar mis manos por su cuerpo, y sentí como temblaba, al final se despidió con una sonrisa forzada, la verdad que era una lástima no poder tener a esos pequeños como algo mas.

Ahora con mi bebida en mi mano me dedique a leer con calma aquel cuadernillo y vaya que tenían buenos chicos. Solo pase mis ojos leyendo cada nombre, edades y fotografías a ver si alguien en especial llamaba mi atención más que los demás.

·         Onew 22
·         Key 19
·         Rain 30
·         Xiah 24…

Aquel último chico me llamo la atención, era realmente lindo, con un rubio teñido y algunos mechones rojizos por ahí y por allá, creo que lo elegiría a él, sin embargo  tan solo di una mirada abajo y mi mente se detuvo, aquel chico era realmente… no tenía las palabras para describirlo por lo cual leí toda sus descripción no solo sus datos básicos

“Max 23 años

Un hermoso chico mitad coreano y japonés, este chico con su hermosa piel canela, un cabello color castaño oscuro  y su grandiosa estatura de casi 1.85 llamará su atención, lo hemos educado adecuadamente desde que tenía 10 años, y desde esa edad ha estado siendo solicitado por nuestros mejores clientes, asegurando que será una buena elección”

Una sonrisa adorno mi rostro, que era lo único que podía hacer desde que llegue a este lugar, realmente me agrado aquel chico, se veía hermoso, y su descripción física solo hacía que babeara y la excitación recorriera mi cuerpo, ya lo había decidido, pasaría la noche con aquel chico, vi la lista de precios, había desde solo 1 hora a toda la noche, y me di cuenta de que el tal Max era uno de los más caros, por algo sería eso y no me importó, mi padre dijo y cito textualmente “La tarjeta es para que gastes lo que quieras ahí” Y eso es lo que haría.

Aún no sabía bien el sistema, por lo cual fui con el Bar Tender, preguntándole cómo podía pedir un chico, la cosa era simple, debajo de las mesas había un botón, tenía que presionarlo, lo cual llamaba a un asistente, él cual tomaba nota de lo que deseaba, claramente que solo lo podía hacer si tenía la tarjeta roja.

Así que regrese a mi lugar y busque el dichoso botón, cuando por fin lo encontré, lo presione y en menos de un minuto llegó el asistente.

Le pedí tener a Max, el reviso su libreta y me miro con disculpa.

-Lo lamento Señor, en este momento Max está ocupado, pero si gusta esperar 1 hora aré que esté dispuesto para usted.

La verdad aquello me decepciono un poco, pero no iba a desaprovechar que tendría a aquel chico para mí, así que asentí.

-Esperare, lo quiero para toda la noche.

-Por supuesto- Anoto algo en su libreta, luego me pidió la tarjeta roja, dónde supongo anoto los números de esta- En una hora le llamaremos-

-Claro, gracias-

La verdad es que no sabía que haría en 1 hora, bien podría pedir a otro chico mientras, pero suponía que la espera valdría la pena, así que me dedique a ver a esos chicos bailar.

Y así paso la hora más torturante de mi vida, y cuando me llamarón casi brinco de la emoción.

-Sr. Kim- Yo asentí –Sígame por favor- La verdad es que creí que el chico Max vendría a por mí, al ver que hacían eso con los demás clientes, pero supongo que conmigo era diferente.

Salimos del bar principal y me guiaron por un pasillo, suponía que eras las habitaciones, a mis oídos llegaban desde gemidos hasta gritos, realmente no era un lugar con mucha privacidad y de casualidad pude ver una de las habitaciones mientras entraban a en ella, y solo pude ver 1 cama y 1 cómoda dentro ¿Solo eso?
Nos detuvimos en una puesta más grande que las otras.

-Esta será su habitación Sr. Kim, es aprueba de ruidos, tendrá toda la privacidad que quiera, el joven Max lo espera-

Yo solo asentí y cuando la abrí me sorprendí, realmente aquella habitación no se comparaba en nada con las demás, era realmente amplía, tenía un pequeño bar con una vitrina, y en ella habían diferentes tipos de alcohol, todos ellos de buena calidad, al fondo pude ver una puerta, suponiendo que llevaba al baño, también había una pequeña sala con 2 sillones, uno era doble, y el otro simple, y en el centro había una pequeña mesa de cristal. Luego estaba la gran cama, claramente se podía ver que era un King size, y sentado sobre esta, estaba ese chico Max, dejándome con la boca abierta, en la foto se veía hermoso, pero ahí en persona se veía mucho mejor,  trague saliva, y más al ver aquella bata de seda roja que tapaba su cuerpo, se podía ver que le quedaba algo grande, por lo cual exponía la piel canela de uno de sus hombros y mordí mi labio ante eso.

De repente se puso de pie y camino hacia mí, sus movimientos eran lentos, sensuales y a pesar de aquella bata holgada, podía ver su pequeña cintura.

-Sr. Kim- Susurro y me atonte más, su voz era algo ronca, pero dulce.

-Si- Le conteste.

-¿Gusta algo para tomar?- La verdad es que solo pude asentir, giro y nuevamente pude ver aquella cintura-¿Desea algo en especial?-

-Whisky- Le dije acercándome lentamente a él y sin soportarlo más rodee su cintura con mis brazos, sintiendo el cómo no estaba equivocado al sentirla tan estrecha.

Al hacerlo giro su cabeza con una sonrisa y volteo nuevamente para seguir con lo que estaba haciendo, lo observe abrir aquella botella de forma delicada, el suave agarre sobre esta y el movimiento de servir, todo era perfecto.

Presione mis labios contra su cuello, y un hermoso suspiro llegó a mis oídos, por lo que pegue su cuerpo al mío, pude sentir como pegaba su trasero contra mi entrepierna, y mordí mi labio, realmente aquella hora había valido la pena.

De repente giró su cuerpo y me entrego el vaso con el Whisky aún con aquella sonrisa, la tome entre mis manos y me senté en el sofá doble de la pequeña sala, tome un trago y sentí como el líquido corría por mi garganta e iba dejando un ligero ardor.

Dejé el vaso vacio sobre la pequeña mesa de cristal y palmee mis piernas, y sin tardar caminó hacia mí y se sentó a ahorcadas.

Alcé un poco la bata, acariciando lentamente sus nalgas, pude sentir  cómo desabrochaba uno por uno los botones de mi camisa y cuando el último botón fue sacado, la abrió y la saco de mi cuerpo, pasando sus dedos lentamente por mi pecho y sin pensarlo 2 veces tome la cinta de su bata jalándola, haciendo que esta se abriera y no podría estar más agradecido con que le quedara grande, porque al hacerlo esta cayó al suelo, dejándome con la mejor vista, que haya tenido jamás.

Al tenerlo sentado a ahorcadas sobre mí, completamente desnudo, me quede sin habla, no había palabras para describir lo hermoso que era, por lo que sujete bien su trasero y me puse de pie, logrando que enredara sus piernas alrededor de mi cintura y sus brazos por mi cuello para sujetarse, caminé un poco hasta la cama y sin más lo deje caer.

En un rápido movimiento me deshice de los pantalones, junto con mi ropa interior y me posicione sobre él, me tome mi tiempo en recorrer lentamente aquel cuerpo con mis manos, bese su cuello, lentamente baje por su pecho, su estomago y no pude evitar lamer su ombligo y en respuesta recibí una pequeña risa, la que me arranco una sonrisa, seguí bajando lentamente, excitándome cada vez con aquellos suspiros que escapaban de su boca,  pude notar unas pequeños moretones en forma de dedos y por alguna extraña razón los acaricie lentamente y deposite un par de besos en cada lado, también note que realmente Max no estaba excitado al ver su miembro completamente dormido, así que lo tome entré mis manos y comencé a masturbarlo, recibiendo un gritito de sorpresa.

Realmente era la primera vez que complacía a alguien que no fuera mí mismo en la cama, pero por alguna razón quería que él disfrutara esto, era una extraña sensación.

Lentamente su miembro iba despertando y me  sentí orgulloso por eso, y sin aguantar más, separe sus piernas, dejando a mi vista su pequeña entrada, y al igual que en sus caderas habían pequeños hematomas alrededor, no pude observar más porque sus piernas se cerraron y lo mire curioso.

Pude notar como giraba sobre sí y estiraba un brazo para alcanzar un cajón y abrirlo, saco un par de objetos y regresó a su posición y me los entrego.

Los observe, un tubo de lubricante y una tira de condones, suponía que aquello era una obligación para ellos, para mantener a sus chicos limpios de cualquier infección o enfermedad, nuevamente sus piernas fueron abiertas, pero fue él quien lo hizo.

Destape aquel tubo, untando un poco en mis manos y comencé a lubricar su entrada, sacaba y metía 3 de mis dedos, escuchando sus suspiros, al principio intente lubricar mi miembro, pero recordé el condón, por lo cual deje el tubo ya vacio sobre aquella cómoda, corte un condón de la tira y con cuidado abrí la envoltura sacando el pedazo de hule.

Lentamente lo deslice sobre mi miembro erecto, sintiendo el contacto frio y sin esperar más, lo penetre.

Quería hacerlo de una sola estocada, pero aquello me fue imposible, su entrada era tan estrecha que solo pude meter la punta, lentamente fui entrando y cuando estuve completamente dentro tuve que morder mis labios ante como su entrada aprisionaba mi miembro de una forma deliciosa y sentía que si no me tranquilizaba podía terminar en ese momento.

Por un momento vi el rostro de Max, pude ver el dolor en su rostro y me regañe mentalmente, había sido demasiado brusco y fue cuando sentí un liquido recorrer parte de mi ingle y piernas, baje la mirada y pude ver la sangre y me sentí culpable

-Lo siento- Le dije y aún con dolor pude ver la duda en su rostro –Te lastime- El negó.

-No fue su culpa-

Y aquellas palabras hicieron que mi mente se preguntara a que grado llegaban los clientes para que Max o cualquier otro fueran así de sumisos, para aceptar que lo que pasará fuera su culpa y no la del cliente…
… y ¿Por qué yo me preocupaba por eso?

Sacudí mi cabeza, para alejar aquellos pensamientos y asentí y sin más di una primera embestida, a mis oídos llegó un grito, no supe si de dolor o de placer, e hice que mi mente no le diera importancia
Seguí con mis embestidas, dejándome llevar por el placer que me ofrecía su cavidad tan estrecha, si no fuera porque estaba en un prostíbulo apostaría que Max era virgen, pero aquello era imposible y nuevamente mi mente comenzó a funcionar.

El hecho de pensar que yo solo era uno más hizo que sintiera una opresión en mi pecho.

¿Por qué? ¿Por qué demonios sentía eso? mis embestidas se volvieron erráticas, recorría con desesperación su cuerpo, obligándome a recordar que solo era sexo, que solo era uno más, y con aquellos pensamientos llegué a mí clímax, mordí su hombro, no importándome si lo lastimaba o si le dejaba alguna marca.

En un movimiento salí de su interior y retire el condón de mi miembro, por un momento vi su cuerpo sobre la cama, recorrí cada parte de su cuerpo, y me di cuenta de todo el daño que le había hecho, mis dedos marcados sobre su piel, su entrada cubierta de sangre, y supe que las marcas que había visto anteriormente alguien más lo había hecho antes que yo, incluso se veían demasiado frescos, pero ignore aquella culpa y de un jalón lo levante de la cama.

Su respiración estaba agitada, podía sentir como temblaba, pero no me importo, abrí la puerta y me encontré con un baño, entre junto a él, lo solté y abrí una de las llaves para que saliera el agua y se llenara la bañera, nuevamente tome a Max del brazo, me metí sentándome y lo senté sobre mis piernas.

Nuestros ojos se conectaron un momento y pude ver su preocupación.

-¿Sucede algo?-

-Es solo que…- Hizo una pausa –No quiero contradecirlo, pero no podemos tener relaciones sin protección-

Yo solo pude sonreír ante su actitud

-Tranquilo- Le dije acariciando su espalda – No aré nada de eso, solo relájate-

Pude sentir como su cuerpo se relajaba un poco, su rostro terminó sobre mi hombro y su respiración lentamente se calmo, con cuidado lleve mis dedos a su entrada y lentamente comencé a limpiar la sangre que aún salía de esta, con ayuda del agua.

Pude sentir como sus uñas se enterraban en mi espalda, y me daba a entender que le dolía y nuevamente mi corazón se encogió al preguntarme ¿Cuántas personas lo habían lastimado? Y me dolía más saber que yo era uno de ellos.

Una vez que termine, me dedique a acariciar su cuerpo, sabía que en ese momento tenía prohibido tener relaciones, pero aquellos suspiros que salían de su boca, hacía que rápidamente me excitara.

Y un gemido de sorpresa escapo de mis labios al sentir la mano de Max sobre mi miembro, lo separe un poco de mi cuerpo y pude notar que estaba avergonzado, y no pude evitar sonreír.

Después de aquello no paso más, ambos salimos de la bañera y me dedique a secar lentamente su cuerpo y en su rostro pude ver una sonrisa sincera en su rostro, y aquello hizo que mi corazón comenzara a latir rápidamente.

Me quede dormido, abrazando su cuerpo con mi cabeza sobre su pecho, escuchando los latidos de su corazón, que por alguna extraña razón me hacía sentir bien y en paz.

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Después de ese día me aseguraba de siempre pedir a Max, el cual siempre me recibía con una gran sonrisa, y aún no se cómo paso, pero no siempre había sexo a veces nos quedábamos platicando en el sofá, recuerdo que la primera vez que lo hice me miro con duda y cuando le dije que quería ser su amigo una gran sonrisa había adornado su rostro, y suponía que aquello se debía a que alguien quería hablar con él, y no solo tener sexo.

En una de esas tantas platicas descubría que  Max adoraba comer, podía ver una gran sonrisa cuando hablaba de todos los deliciosos platillos que su madre le cocinaba y desde entonces me encargaba de llevarle algo diferente de comer, y el ver su rostro brillar de felicidad al ver la comida me hacía feliz.

Entre por milésima vez a aquel prostíbulo, me senté en la primera mesa que vi, dentro del morral que llevaba tenía varios chocolates, la noche anterior le pedí a Max que me dijera que quería que le trajera y un poco tímido me había pedido chocolates.

Me contó que le encantaban cuando era un niño y que quería volverlos a probar. Ante aquello me encargue de conseguir de diferentes marcas y sabores, tendría un tiempo para degustar chocolates.

Y el hecho de ser un cliente VIP me daba el privilegio de meter cualquier cosa que quisiera sin que me revisaran o dijeran algo.

Apreté el botón de aquella mesa y repetí mi rutina pidiendo a Max toda la noche, sin embargo algo sucedió…

-Lo lamento señor, pero el joven Max ya ha sido escogido para toda la noche por otro cliente VIP- Y la realidad me golpeo –Si gusta escoger a alguien más…-

Puse una sonrisa forzada y como pude respondí

-Gracias, yo le llamo cuando escoja-

El solo asintió, hizo una reverencia y se retiro.

Me quede ahí sintiendo como mi corazón se encogía, aquello solo me hizo recordar que Max estaba encerrado en aquel lugar y que yo no era el único que estaba con él, cualquiera podía tenerlo, cualquiera podía tocar su cuerpo…

… y aquello de una forma extraña me dolió y me di cuenta de algo que me lleno de miedo.

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Al día siguiente les rogué a todos los dioses que conocía que no hubieran escogido a Max, y solo cuando me encontré frente a esa gran puerta pude respirar.

La noche pasada me había retirado a casa, no había escogido a nadie más, había intentado pedir al chico Xiah, pero mi mirada se topo con la foto de Max y no pude, por lo cual termine yéndome a casa, sin embargo no pude dormir, estuve dando vueltas sobre la cama intentando averiguar porque aquello me atormentaba y la conclusión a la que llegue me puso peor.

Cuando aquella puerta fue abierta lo primero que vi fue a Max que sonrió al verme.

-Hyung- Se acerco a mí y como ya era costumbre me abrazo –Me extraño que ayer no vinieras-

-Lo siento, cuando llegue alguien más me gano-

Solo pude sentir como asentía contra mi pecho, cuando se separo de mi cuerpo nuestras miradas se conectaron por un momento y su rostro cambio.

-¿Estás bien Hyung?-

¿Tanto se me notaba mi desesperación?, solo pude suspirar.

-Necesito un trago, ¿Me puedes servir algo?- El asintió algo dudoso

-¿Qué quieres?-

-Lo que sea, pero algo fuerte-

Di media vuelta y camine hasta la pequeña sala donde me senté y comencé a formular miles de ideas en mi cabeza, pero como decirle a Max que…

Mis pensamientos fueron cortados.

-¿Hyung?- Volvió a preguntar, en su mirada podía ver la preocupación

Sonreí forzadamente y vi la bebida sobre la mesa, a mi nariz llego el olor de anís y lo agradecí, realmente lo necesitaba, tome el licor de un solo trago, y aún así desvié por otro momento el tema, recordé los chocolates  y tome el morral

-Tengo una sorpresa para ti- Y él me vio curioso –Te traje chocolates-

Y vi como un brillo aparecía en sus ojos, aunque la estupefacción adornaba su rostro.

Deje los chocolates sobre la mesa, por un momento me preocupe, cuando Max tomo uno de los chocolates y por un segundo sus ojos se cristalizaron.

-Max, ¿Estás bien?- El asintió, una sonrisa nostálgica apareció.

Abrió el chocolate lentamente con delicadeza, como si fuera un tesoro y lo examino para luego llevárselo a la boca.

-¡Oh Dios!- Exclamo con una gran sonrisa –Había olvidado lo sabroso que era el chocolate- Y ante aquello sonreí, estaba feliz de verlo con aquella sonrisa –Gracias-

-No tienes porque- Y el negó.

-Claro que sí, de verdad gracias, gracias por ser mi amigo-

Y ante aquellas palabras sentí un nudo en mi estomago, porque no podía, no podía decirle a Max que me había enamorado de él…

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-Te amo- Le dije y por un momento me miro sorprendido

Aquello no duro por mucho, poco después una sonrisa se curvo en su rostro y una carcajada salió de su boca.

-Esa… esa…- Tenía dificultades para hablar por la risa, y aquello me molesto, se veía adorable, sus ojos se veían asimétricos, pero no me quitaba la molestia, había tenido el valor para decirle lo que sentía ¿Para qué Max se burlara?

-Estoy hablando enserio- Paro de reír cuando vio mi rostro serio y el lugar se quedo en silencio, un silencio muy incomodo -¿Vas a decir algo?- Le insistí, quería que dijera algo, aquel silencio de su parte no me gustaba.

-Lo siento- Dijo agachando la cabeza.

Suspire, ya me lo esperaba, tome la botella que contenía el anís, vacié otro poco en aquel vaso y lo lleve hacía mi boca, no pude evitar tomarlo de un solo trago.

-Creo que es hora de irme- Le dije levantándome del sillón, tome mi morral y camine hacia la salida –Te pedí para toda la noche, así que no te preocupes, nadie te molestara-

En ningún momento lo mire, pude escuchar sus pisadas sobre el suelo

-¿Vendrás mañana?- Pude escucharle decir.

-No lo sé-

Tome el pomo de la puerta, la abrí y salí de ahí con mi corazón roto.

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Tarde 1 mes en regresar a aquel lugar, fue el tiempo que me tomo superar que Max no sentía lo mismo que yo.

Y cuando estuve frente aquella puerta suspire, hacía tanto que no lo veía, una parte de mí decía que diera media vuelta, que Max no me correspondía y que no tenía nada que hacer ahí, la otra parte decía que a pesar de todo no podía dejarle solo, que me consideraba su amigo y que era la única forma que podía estar a su lado.

Suspire por milésima vez y abrí la puerta con cuidado, cuando lo hice lo vi sentado sobre aquella cama con su bata de seda que como siempre le quedaba grande y dejaba ver parte de su piel, trague hondo al sentir como la excitación recorría mi cuerpo.

-Max- Vi como se sobresaltaba al escuchar mi voz y rápidamente giro su rostro

Pude ver la estupefacción en su rostro y luego en un movimiento se puso de pie y corrió hacía donde estaba.

-Creí que no regresarías- Dijo ya frente a mí y pude ver su felicidad pintado en el rostro.

-Necesitaba tiempo para pensar- Ante aquello mordió su labio y bajo la mirada.

-Sobre eso-

-No te preocupes- Sonreí

Max se acerco a mí y acaricio con lentitud mi mejilla, cerré mis ojos dejándome llevar por la sensación, posicione mi mano sobre la suya y la acaricie.

-Me gustas- Susurro y sonreí tristemente, porque mi mente comenzaba a imaginarse cosas -¿Me escuchaste?-

Parpadee varias veces y lo mire

-¿Qué?- El frunció el seño

-Creo que me escuchaste la primera vez, no pienso repetirlo-

-No juegues conmigo, no digas cosas que no sientes por lastima-

-Hyung eso no…-

-¡Basta!- y se sorprendió por el grito –Max enserio, no tienes porque decirlo, está bien- Le sonreí-

Pude ver como tomaba aire y murmuro algo, no estoy seguro que exactamente pero fue algo como “lo siento Taemin”

-Hyung, estoy hablando enserio- Dijo con determinación –Yo… en este mes estuve pensando y supe… me di cuenta de que me gusta- Abrí los ojos sorprendido. Aquello ¿Era cierto? –Yo tal vez no le ame, pero le quiero-

Y ante aquellas palabras no pude evitar abrazarlo y pegarlo a mi cuerpo, estaba tan feliz.

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Aquel día tome la decisión, pedí ver a Yunho, porque amaba a Max y ya no soportaba verlo en aquel lugar.
Yunho me recibió como la primera vez que había llegado aquí, era increíble como la situación había cambiado, en aquel entonces era como el típico niño rico mimado, que solo le importaba el dinero y divertirse, sin embargo en este momento me daba igual todo, solo quería el dinero para sacar a Max de ahí, pagaría lo que fuera para que MI Max fuera libre.

Tome asiento y Yunho me miro con preocupación.

-¿Sucedió algo Sr. Kim?- Sonreí y negué

-Vine a hablar sobre Max-

-Usted dirá-

-Quiero saber cómo sacar a Max de aquí-

Pude ver como su rostro cambiaba, realmente aquello lo había sorprendido.

-¿A qué se refiere exactamente con eso?-

Suspire, creo que era bastante claro.

­-Quiero que Max salga de aquí- y Yunho suspiro –No he visto ninguna regla sobre eso-

-Sr. Kim, no es tan fácil, nuestros chicos tienen una deuda-

-¿Puedo ver la de Max?-

Y el asintió, se puso de pie y camino hacía unos archiveros, abrió un cajón, (bastante largo si me preguntan) y comenzó a buscar entre varios folders, sacando uno en específico, regreso sentándose en su lugar, entregándome aquel folder.

Cuando lo abrí no pude evitar sonreír al ver una foto de Changmin cuando era niño.

Amaba su rostro de niño eterno que conservaba, me dedique a ver todos las imágenes de cómo fue creciendo, hasta llegar a una actual.

Me despabile un poco y me dedique a ver lo importante, y me quede sin habla, realmente la deuda era mucha, más de lo que me imaginaba, mucho más.

-¿Esto es una broma cierto?- Era demasiado, sin embargo Yunho negó con la cabeza

-Esa es la deuda de Max, es una de las razones por la que es uno de los más caros-

Observe que tenía una deuda inicial, y con el tiempo aumentaba.

Hubo una fecha de 5 años atrás que me llamo la atención. Le habían subido demasiado, era más o menos  lo mismo que su deuda inicial y esto se le había acumulado.

-Sr. Kim- La voz de Yunho me distrajo –No sé qué es lo que le dio por querer liberar a Max pero…-

-Lo amo- Lo interrumpí- Me enamore de Max, y aré lo posible por sacarlo de aquí-

Pude ver la estupefacción en su rostro, creo que intento preguntarme algo como “¿Estás bromeando?” pero supongo que por mi rostro de seriedad no me reclamo, pero si me advirtió.

-Sr. Kim, ante las palabras que me acaba de decir, espero que no solo ilusione al joven Max- Suspiro y su mirada se volvió seria, y hasta un poco intimidante –Le advierto que si le hace algo malo, yo mimo me encargare de hacerle la vida imposible-

Yo asentí seguro, en estos momentos era capaz de hacer cualquier cosa para sacar a Max de ahí, pero jamás lo dañaría.

Salí de la oficina de Yunho, y del prostíbulo, no esa noche ni la siguiente pude ir a ver a Max, primero tenía que hablar con mi padre para poder conseguir el dinero suficiente y poder sacarle de ahí.

No importaba si me quedaba endeudado de por vida con mi padre, mi prioridad era Max, y solamente él.

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Esa noche no había podido hablar con mi padre, estaba en un viaje de negocios, sin embargo esta no se me iba a escapar.

Y por eso ahora me encuentro frente a él que por alguna extraña razón sonreía, siendo sincero solo lo he visto sonreír un par de veces y aquello me daba escalofríos.

Y aún más que ahora me encontraba en el auto de mi padre rumbo a un destino desconocido, no me había dejado ni hablar, solo dijo “Vamos a salir” “Sea lo que sea que me quieras decir puede esperar, esto es importante”

Eso es lo que me hacía enojar de mi padre, siempre ponía sus prioridades antes que a mí, o a mi madre, aún no entendía cómo es que mi madre no le ha pedido el divorcio.

El auto se detuvo y cuando salí me di cuenta de que estábamos frente aquel prostíbulo, mi mente se detuvo, mi cuerpo se paralizo, y lentamente el miedo se apodero de mí, ¿Qué estábamos haciendo aquí?

Temí por Max, mi instinto me decía que sea lo que haría mi padre no terminaría bien…

Entramos a aquel lugar por una puerta trasera que ni sabía que existía, prácticamente los escoltas me llevaban arrastras, debido a que mis piernas no querían caminar, o más bien yo no les daba la orden, quería evitar sé lo que sea que fuera a suceder.

Lentamente fui reconociendo el camino y me di cuenta que nos dirigíamos hacía la oficina de Yunho.

Cuando llegamos, la oficina estaba vacía y obscura, nos adentramos y los escoltan hicieron esconderme en una esquina y mi padre se quedo en el escritorio de Yunho.

Cuando las luces se encendieron solo pude ver el rostro de sorpresa de Yunho al ver a mi padre en su escritorio, e inmediatamente lo cambio a uno de seriedad.

-Sr. Kim, creo haberle dicho hace 11 años que no podía volver- Me quede de piedra ante aquello. Yunho chasqueo los dedos y 2 chicos aparecieron detrás de él

-Y yo le dije que usted no sabía con quien se estaba metiendo-

Mi padre imito el movimiento de Yunho, y sus escoltan salieron de su escondite, fue tan rápido que no vi en qué momento le habían puesto el arma en la cabeza a Yunho y a aquellos hombres.

-Ahora, quiero presentarle la razón por la cual ahora estoy aquí- literalmente un escolta me empujo, haciéndome trastrabillar y casi haciéndome caer –Creo que ya lo conoce, pero se lo presentare, el es Kim Jaejoong, mi hijo-

Pude ver el rostro de estupefacción de Yunho y lentamente se fue enfureciendo

-A sí que todo lo que me dijiste fue mentira-Y recordé lo que la noche pasada le conté-

-Sr. Jung, por favor mande llamar a Max- Ante aquello abrí los ojos asustado, ¿Qué tenía que ver él en todo esto?

Yunho bajo la mirada, y pude ver como apretaba sus puños, quiero suponer que de la impotencia, y en estos momentos yo estaba de la misma forma, ni siquiera sabía que es lo que estaba pasando.

-Yoochun, ve por Changmin- Aquel hombre, que respondía al nombre asintió, y estaba a punto de salir, pero mi padre lo detuvo.

-Espera, tu no irás- Le dijo y los guardias lo detuvieron- Ve tu- el otro inmediatamente obedeció –Me acuerdo de ti- Le dijo a Yoochun –Tú fuiste uno de los que me saco y me trato como basura-

Un escalofrió recorrió mi cuerpo cuando mi padre sonrió de aquella forma tan macabra, no sé cuando ni en qué momento, había sacado aquella arma, pero la escena de Yoochun cayendo al piso para luego verlo rodeado de un charco de su sangre y el sonido del arma siendo disparado fue lo que percibí. Y aún a pesar de todo, escuche un sonido casi inaudible, pero el grito ahogado de Yunho llegó a mis oídos.

Quite mi vista de Yoochun, y la enfoque en Yunho, que con horror observaba aquel cuerpo inerte.

-Esto es lo que pasa cuando me desafían-

Yunho volteo a mirarme, pude ver la furia en sus ojo, y yo… yo no podía hacer nada, no podía explicarle que yo no tenía nada que ver en esto.

Aproveche que mi padre y sus escoltas estaban distraídos buscando algo, y me acerque a Yunho.

-Yunho escucha yo no…-

-¡Cállate!- Me gritó en un susurro- Solo me utilizaste-

-Yo no sabía nada de esto- Y él sonrió irónico.

-¿Se supone que debo creerte?-

-Es cierto- Le dije con seguridad –Te Lo volveré a repetir, amo a Max, mi plan era y sigue siendo sacarlo de aquí, no sabía que mi padre haría esto-

Nos quedamos viendo un rato y Yunho pareció creerme, o se vio forzado a hacerlo, al parecer era lo único que le quedaba para salvar a Max.

-Escucha- Me dijo bajito –Tu padre intento violar a Max cuando tenía 11 años- Si aquello no me lo esperaba –Esa es la razón por la cual fue sacado de este lugar-

-¿Y qué es lo que puedo hacer?-

-Tienes que ingeniártelas Jaejoong, mira no se qué es lo que hará tu padre, pero lo más seguro es que me asesine de la misma forma que Yoochun-

Y el miedo nuevamente recorrió mi cuerpo, solo pude negar una y otra vez

-Te sacare de aquí-

-¡No!- Ambos nos quedamos quietos ante el grito, pero al parecer nadie lo había escuchado- Tienes que salvar a Max, él es importante- Hizo una pausa y suspiro –Cuídalo-

-Pero… ¿pero y tú?-

-Yo prácticamente ya viví mi vida, tengo 50 años Jaejoong- Una sonrisa triste adorno su rostro­- Toda mi vida la he vivido para pagarle a este burdel- Rio ante mi mirada de estupefacción –Yo también fui como Max, pero cuando cumples los 40 años los clientes ya no te eligen y tienes que pagar de otra forma- Suspiro y siguió hablando.

-Cuando me dijiste que querías sacar a Max de aquí, me hiciste regresar a mi pasado cuando yo me enamore, él al igual que tú me prometió sacarme de ahí, me dio ilusiones, y mis sueños formando una vida junto a él los construí en el aire, un día llego diciéndome que no volvería, que todo había sido una apuesta y todo cayo-

-Yo… lo siento-

-No tienes porque- Volvió a sonreír –Por favor, cumple tu promesa y sálvalo, él ya lo perdió todo 2 veces, no hagas que vuelva a pasar-

Asentí con lágrimas en los ojo, porque me di cuenta de que no solo Max era el único que sufría, si no todas las personas que trabajaban en aquel lugar.

Después de eso los escoltas tomaron a Yunho y lo apartaron de mí, le pusieron una pistola en su cabeza y logre leer en sus labios sus últimas palabras que me susurro “Cuídalo”

Y cerré los ojos automáticamente después de eso, e inmediatamente el sonido del balazo llego a mis oídos.

Todo después pasó rápidamente, mi padre me volvió a esconder, los escoltas de mi padre escondieron el cuerpo de Yoochun, y el de Yunho lo sentó sobre la silla, dándole la espalda a la entrada.

Tenía que pensar en algo para poder sacar a Max de ahí, pero mi cerebro no quería cooperar, aquella noche había sido demasiado para mí.

Poco después la puerta se abrió y Max entró con una bata más sencilla que las que usaba cuando lo veía.
Pude ver su rostro ligeramente molesto-

-Más te vale tener una buena razón para llamarme a estas horas Yunho- Al parecer lo habían despertado -¿Yunho?- Max se acerco al escritorio al ver que no le respondía.

Max toco el hombro de Yunho, girando su silla y su cara de horror hizo que mi corazón se encogiera, podía ver que en cualquier momento lloraría, y yo estaba por el mismo camino.

-Hola Max- Mi padre salió lentamente con su silla de ruedas y se sorprendió al verlo ­Veo que aún me recuerdas-

Max retrocedió lentamente, hasta que choco con uno de los escoltas.

-¡Yoochun!- Max gritó el nombre de aquel guardia que mi padre había asesinado primero.

-¿Lo buscas a él?- Le pregunto chasqueando los dedos, y de la nada el cuerpo de Yoochun cayó al piso

El grito de Max fue de terror, mi padre lo mando a esposar, y yo solo podía ver como se lo llevaban entre forcejeo y lágrimas que salían de sus ojos, a mis oídos llegaban sus gritos desgarradores con el nombre de aquellos hombres que ahora se encontraban muertos.

-¡Yunho! ¡Yoochun!-

Me sentía tan imponente, no podía hacer nada, si me interponía en este momento ambos terminaríamos muertos…

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Mi padre tenía a Max en un cuarto encerrado, subí con normalidad, en este momento tenía la ventaja de que todos pensaban que estaba de su lado.


Me encontraba frente aquella puerta y solo pude suspirar, esperando que Max me perdonara por lo que estaba a punto de hacer…

Continuara...

Hola uy me tarde mucho en continuar esta historia, pero la inspiración no venía a mi, lamento la demora espero no tardarme para la ultima parte de este three shot, espero que les haya gustado n.n

8 comentarios:

  1. Lo sabiaaa.... sabia que ese viejo no se iba a quedar de brazos cruzados!!!

    Porque demonios no se murio en ese accidente en vez de quedar paralitico!!!

    Yunho... Yoochun T___T

    ¿que ira a hacer Jae?

    Aghna por supuesto que me gusto la historia!!! Y espero pronto la ultima parte.

    Gracias!!!

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    1. Hola, antes que nada te agradezco que hayas leido n.n y pues si no todo lo que escribo es al.azar jeje n.n me alegra que te haya gustado y ya sabras lo que pas despues (m dolio matar a Yunho y Yoochun T.T

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  2. Queremos GoodNight! okno u_u

    ñakdslsdklañ me gusto el capitulo gracias c:

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    1. Jajaja Good Night esta a punto de ser terminado, espero subirlo en esta semana pero aun no se todo depende, y gracias por leer n.n espero tambien subir pronto el siguiente cap de este n.n

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  3. tienes que terminarlo , es necesrio!!!

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    1. Jejeje lo siento, ya estoy a la mitad juro que pronto lo subiré pero estoy ya en tiempo de exámenes actualizare lo mas pronto que pueda

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  4. Comparto el gusto de (éste) Max con la comida y mmm chocolates?¿ de distintas marcas?¿ me siento un poco celosa no solo por la comida XD
    Por cierto una buena descripción fue intensa y cautivadora sin excederse; muy a tiempo.

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    1. yo también, quiero chocolates, Jjaajaja te lo están bajando XD

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