miércoles, 11 de diciembre de 2013

Esclavo de tus deseos Part3 (Final)

Mis ojos ardían y sabía que en cualquier momento las lágrimas saldrían, las imágenes de los cuerpos inertes de Yoochun y Yunho pasaban por mi mente una y otra vez.

¿Cómo era posible que estuvieran muertos? Mi familia ahora estaba muerta ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Qué iba a hacer de mí? Estaba solo en una habitación, esposado a una cama.

Un nudo se formo en mi garganta en solo pensar en lo que podrían hacer y que nade me podría ayudar.

Jaejoong… nuevamente aquel nombre se metía en mis pensamientos, pero ahora era diferente, siempre lo esperaba con la esperanza de estar con él, de poder tener a alguien con quien hablar y luego me confesó que me amaba…


Me había tardado tanto entender que yo también lo hacía por el recuerdo de Taemin, porque aún no lo dejaba ir o más bien no quería dejarlo ir, cada vez que intentaba pensar en que me gustaba Jaejoong, aquel recuerdo me hacía recriminarme una y otra vez, el  olvidarme de aquel pequeño que ame hace tanto tiempo atrás, y al final Jaejoong había podido más que aquel re cuerdo y aún con dolor le pedí perdón a Taemin por cambiarlo, pero yo si quería seguir adelante había tenido que olvidarlo.

Y recuerdo lo impresionado y feliz que estaba cuando Yunho me dijo lo que Jaejoong le pidió “Liberarme”
Había estado tan feliz de que Jaejoong hiciera por mí, muchas escenas de él y yo juntos en una vida sin complicaciones.

Pero había llegado aquel hombre de años atrás que creí olvidado y rompió todo, y ahora…

Sentí un nudo en mi garganta, quería que viniera Jaejoong, y que me sacara de este lugar, pero era mucho pedir, tal vez nunca volvería a verlo y aquello hacía que mi corazón se encogiera de dolor.

De repente la puerta se abrió y sentí como mi alma regresaba a mi cuerpo, al mimo tiempo que el miedo se apoderaba de mi cuerpo.

-Jaejoong- Fue lo único que pude articular ¿Era realmente él? O mi mente estaba tan desesperada para jugarme una broma tan cruel.

Pero aquella mirada fría que me dedicaba me decía que todo era una vil ilusión, porque Jaejoong jamás me miraría de esa forma tan… ni siquiera tenía palabras para describirlo.

Lentamente se fue acercando, el sonido de sus pasos llegaban a mis oídos, al mismo tiempo que su mirada me taladraba cada parte de mi alma ¿Qué demonios estaba pasando?

El sonido de la puerta nuevamente siendo abierta me hizo girar la vista, encontrándome con aquel hombre que me sonreía de una forma macabra, y el miedo se apodero de mí, no sabía lo que estaba sucediendo y cada vez la situación hacía que no quisiera saber nada porque cualquiera que sea la situación haría que todo dejara de valer la pena, que no tendría sentido seguir vivo.

-Max- Fue lo que pronunciaron sus asquerosos labios –Creo que por tu cara quieres saber qué es lo que está sucediendo ¿Cierto?- No dije nada, solo lo mira con odio y el rió –Antes que nada te quiero presentar a alguien- Dijo acercándose a Jaejoong en aquella silla de ruedas.

-¡No me interesa!- Le grite y el sonrió.

-Oh, yo creo que esto sí te interesa, tal vez ya lo conoces, pero no del todo, el es Kim Jaejoong, mi hijo-

Y todo se derrumbó…. Todos los sueños con Jaejoong se derrumbaron al escuchar aquellas palabras y ver como Jae sonreía con una mueca parecida a la de su padre, esto no posía ser posible…

Mis lágrimas caían una y otra vez mi cuerpo dolía, todo el dolía, y si antes me sentía mal, ahora estaba peor.

Jaejoong… aquel hombre al que le había entregado mi corazón acababa de violarme, sus ojos fríos, su rostro sin ninguna emoción en cada embestida, el dolor que me provocaba aquello, mi cuerpo temblaba al recordarlo, había sido lo peor que había vivido, El que te violara la persona  que amabas, que habías confiado en ella, que hubieras creído sus palabras y sus promesas y que todo haya sido una vil mentira…

Un grito salió de mi boca, sintiendo como me desgarraba mi garganta, mi vida… no… reí como loco, jamás había tenido una vida, todo era un fraude, mis padres habían fingido quererme, y me habían vendido a un prostíbulo y en aquel lugar había conocido a Taemin, y cuando creí que era feliz, lo asesinaron y luego llegó Jaejoong… y todo había sido una farsa, toda mi vida había sido una farsa.

---------------------------------------------------------
Mi corazón se rompía cada vez más, me siento tan miserable, me siento tan asqueroso, jamás me imagine que mi padre me obligaría a violarlo.

¡Dios! Había violado a mi niño, pero si no obedecía había 2 opciones:

La primera era que simplemente nos dispararían a ambos y la segunda que solo me dispararían a mí, eso no era tan grave, pero Max estaría solo y no sabría qué es lo que harían.

Mis lágrimas salieron y mi corazón se rompía aún más cuando escuche aquel grito desgarrador que provenía de la persona que amaba.

Ahora más que nunca tenía que sacarlo de ahí, ya no tenía la esperanza de estar juntos porque sabía que después de lo que había hecho jamás me perdonaría, solo quería que fuera feliz y en ese momento era ser libre.

Leve aquella bandeja con comida, como pretexto para subir donde estaba, y abrí la puerta.

-Max- No dijo nada, ni siquiera me vio, -Debes comer- Le dije sintiendo un nudo en mi garganta, pero fue el mismo resultado.

La verdad no lo culpaba, solo deje aquella bandeja de comida junto a él  salí, por el momento no podía hacer nada, solo había que esperar…

Pasaron 2 semanas, donde me obligaron a repetir aquella tortura, me obligaban a hacerle daño y aquellos hermosos ojos ahora estaban vacios, ya no se quejaba, ya no lloraba, su cuerpo estaba flácido y aquello me ponía peor.

Fue cuando tuve la oportunidad, no había nadie en casa, y supe que era el momento de dejarlo libre.

Abrí la puerta con temor, encontrándome con aquel cuerpo sin vida, era como si solo fuera un cascaron sin un alma.

-Max- Susurre, pero no respondió –Hey, esto es importante- Pero como dije antes, era como un muerto viviente.

Mi cabeza comenzó a trabajar en la forma de sacar de ahí a Max, porque no sabía cuánto tiempo tendríamos, así que le quite las cadenas que lo amarraban.

-Vamos Max- Y cuando lo toque por fin hubo una respuesta

-¡No me toques!- por fin había dicho algo después de 2 semanas y eso era un avance.

-Max- Susurre tristemente –Se que no me quieres ni ver, pero si no salimos en este mismo momento no sé cuándo podremos hacerlo-

-¿De qué demonios estás hablando?- Me dijo con enojo y suspire, tenía que explicarle o no me haría caso.

-Escúchame, te amo- Y el frunció el seño, vi como estaba a punto de gritarme y me adelante –Se que lo que te hice- Sentí mis lágrimas salir –Pero jamás creí que mi padre hiciera esto, realmente no quería hacerte deño, pero por tu bien es necesario salir de aquí-

-¿Y ahora debería confiar en ti?-

-Se que ya no confías en mí, pero realmente tenemos que salir de aquí, yo…- Sentí un nudo en mi garganta –De verdad no era mi intención, y cumpliré lo que me pidió Yunho-

-¿De qué hablas?- Suspire por mi gran bocota.

-Yunho, antes de que falleciera me pidió que cuidara de ti-

Sus lágrimas por fin bañaron su rostro.

-¡¿Se supone que debo creerte?!- Me gritó -¿Debo creer que Yunho te lo pidió?- Sollozo –Y sí es cierto, ¡¿Por qué no lo ayudaste?!-

-Max escucha- Lo tome por los hombros y se retorció.

-¡No, tú escucha!- Y el silencio se apodero del lugar.

Lo había besado, y aunque se quedo inmóvil no hizo nada por detenerme, cuando me separe pude ver su estupefacción.

-Se- Comencé a relatarle –Se cómo te sientes con todo lo que está pasando, pero también intenta comprenderme, hice todo eso por tu bien, no pude salvar a Yunho, si en ese momento hubiera hecho algo me hubieran asesinado junto con él-

-Pero…- Reí un poco

-No importa si soy su hijo, si interfiero con sus planes se deshará de quien sea- Bajo la cabeza –Max- Lo tome por el mentón y levante su rostro –No sabes cómo me siento por lo que te hice, y sé que no merezco tu perdón, pero si no lo hacía yo alguien más lo hará, y será peor, ahora solo quiero sacarte de aquí, y lo voy a hacer-

Pude ver nuevamente el brillo en sus ojos y no pude contenerme más y lo volví a besar, mi corazón latió después de tantas semanas cuando Max me abrazo por el cuello y tome su cintura profundizando el beso, quería seguir con aquello, pero teníamos poco tiempo.

-Vámonos antes de que nos descubran- Le dije cuando nos separamos y juntamos nuestras frentes.

Él asintió con una gran sonrisa en su rostro, creo que al final me había perdonado, ya no pedía más.

De repente a mis oídos llegó el grito de Max y un horrible dolor atravesó mi cuerpo.

------------------------------------------------------

 Está tenía que ser una horrible pesadilla, Jaejoong se encontraba en el piso sobre un charco de su propia sangre.

Levante mi rostro y me encontré con el del padre de Jaejoong que me miraba con odio y 1 hombre con una arma…

Nos habían escuchado…

-Llévatelo- Le ordeno al hombre que le había disparado a Jaejoong, guardó el arma y caminó lentamente

Prácticamente arrastro el cuerpo, dejando un rastro de sangre y la desesperación se apodero de mi cuerpo.

-¡Jaejoong!- Y recibí un golpe que me tiro al piso.

Pero aquello no me importó, en mi mente se repetía la escena del cuerpo de Jaejoong desangrándose, era como si todo estuviera en mi contra, la muerte de Taemin, de Yunho de Yoochun  todas habían sido por un balazo y ahora Jaejoong… cerré los ojos y llevé mis manos a mis oídos, cada una de las escenas pasaban por mi cabeza, los cuerpos de Yunho y Yoochun cayendo frente a mis pies, el cuerpo de Jaejoong desangrándose en el piso, y aunque no había visto el cuerpo de Taemin, a mis recuerdos venía su rostro de horror que había puesto cuando le apuntaron con aquella arma, haciendo que mi conciencia no me dejará tranquilo por no poder hacer nada por él, ni por ninguno…

No sabía cuánto había pasado, lo único que ocupaba mi mente era que no sabía nada de Jaejoong, quería… quería tener la esperanza de que aún estaba vivo y que nos iríamos juntos, tal vez aquello era lo único que me mantenía con vida.

La puerta fue abierta, sin embargo no gire mi vista, ya sabía quién era.

Sin embargo esta vez escuché unos pasos, a diferencia de solo la silla moviéndose, así que gire mi vista, y vi que era una de sus matones.

-Ya sabes que hacer- Le dijo al tipo quien asintió y camino hacia mí.

Fue cuándo recordé las palabras de Jaejoong:

“Si no lo hacía yo alguien más lo hará, y será peor”

El miedo recorrió mi cuerpo, trate de retroceder pero las cadenas me lo impidieron.

Solo vi como levantó su pucho y todo so volvió obscuro.

Mis ojos pesaban, me costaba trabajo abrirlos y luego escuche una voz.

-Despierta- Y lentamente abrí los ojos y al hacerlo lo primero que vi fue el rostro de aquel señor demasiado cerca para mi gusto, intenté retroceder pero fue cuando me asuste.

Estaba completamente desnudo, sentado a ahorcadas sobre aquel tipo y lo peor de todo es que mis piernas estaban amarradas a cada extremo de aquella silla y mis manos estaban atadas en mi espalda.

-Pero que…- Trate de zafarme, pero no pude.

-Quédate quieto –Me dijo el padre de Jaejoong acariciando mi espalda hasta llegar a mis nalgas y un escalofrío recorrió mi cuerpo –Sabes es una lástima no poder tener movilidad en estos momentos-  Sonrió lascivo para luego lamerme el cuello

Tal vez esto no les parezca grave para alguien que trabajaba en un prostíbulo, pero realmente era diferente y no quería que sucediera.

Un grito de dolor escapó desde lo más profundo de mi garganta cuando un dildo se introdujo en mi ano, aquello me había dolido horrores, el dolor recorrió mi espina dorsal, quitándome el aliento, sentí como la sangre salía de mi interior.

-Sabes- Me dijo con un tono monótono –Estoy molesto contigo por lo que le hiciste a mi hijo- Y apreté mis dientes cuando introdujo más aquel objeto en mi interior –Algo tienes que haces que la gente pierda la cabeza por ti-

Siguió metiendo aquel objeto lo más profundo que pudo, sentía que me partía en 2, y la sangre ahora escurría por mis muslos.

-Recuerdo cuando eras un niño- Sonrió –Eras tan hermoso, que me pareciste irreal –Sus manos recorrían mi cuerpo sin pudor, quitándome gritos de dolor –hiciste que perdiera la cabeza, me arriesgue a que me echaran, y jamás logre poseerte- Mordió mis pezones y supuse que ahora sangraban –Por eso cuando tuve aquel accidente supe que mi hijo haría mi trabajo- Las lagrimas se abrieron camino aquello dolía realmente –Y echaste a perder mis planes y a mi hijo-

Cada palabra era de furia, y se desquitaba con mi cuerpo, podía sentir dolor en cada parte de mi cuerpo, sus manos me rasguñaban, sus dientes rasgaban mi piel y yo solo podía llorar…

-Vamos gime- Pero de mi boca solo salían sollozos y lágrimas.

Y gemí… gemí cuando una bofetada surco mi rostro,  y repitió aquel acto una y otra vez.

No supe  cuanto duro aquello, para mí fue una eternidad, pero ahora me encontraba nuevamente amarado a aquella cama, cada parte de mi cuerpo dolía, sabía que tenía moretones y marcas que tardarían en sanar, mi entrada la sentía aún abierta y podía sentir la sangre salir de mi interior, eso combinado con el dolor de mi pecho de no saber sobre Jaejoong me ponían peor.

Nuevamente el tiempo paso, aquellos abusas se repitieron, tal vez diario, la verdad vivía perdido en mis pensamientos, hacía enojar al padre de Jaejoong cada vez que abusaba de mí, ya no gritaba, ya no lloraba porque el dolor de mi pecho era más fuerte.

Y la puerta se abrió, y me prepare mentalmente para lo que pasaría a continuación, y paso el tiempo y no sucedió nada.

La curiosidad pudo más, gire mi vista y me encontré con una mujer que me miraba con lágrimas en sus ojos.

¿Quién era?

Aquella mujer me recordaba a Jaejoong con sus ojos obscuros, su cabello tan negro como la noche, aquellos labios rojos y su piel blanca como porcelana.

-Lo siento- Fue lo que dijo entre lágrimas, pero no entendía nada de lo que estaba pasando.

Y de lanada se abalanzo contra mí, envolviéndome en un abrazo, dejándome más confundido que antes.

-Disculpe pero…- Se separó de mí, sin dejarme continuar.

-Te sacaré de aquí- Me dijo sorprendiéndome aun más, con una llave desató las cadenas que me ataban a la cama- Ahora vete antes de que atrapen-

-¿Quién es usted?- Ella sonrió tristemente.

-La madre de Jaejoong- Abrí los ojos por la sorpresa.

-Usted- Ella asintió

-Lamento lo que mi esposo te ah hecho, yo no sabía nada de esto- Sentí un nudo en mi garganta –También estoy agradecida contigo- Aquello me extraño

-¿Por?-

-Tu cambiaste a mi hijo –Me sonrió –Me esposo hizo que lentamente su actitud fuera como la de él –Sollozo –y luego apareciste tu, y cambio completamente, sonreía más, era otra persona, y estoy agradecida contigo-

-¿Por qué no se ah divorciado?-

-Por Jaejoong- Y lo entendí

Y algo hizo clic en mi cabeza.

-Sabe- Tragué saliva -¿Sabe dónde está Jaejoong?-

Y las lágrimas volvieron a salir de sus ojos, y yo sentí las mías acumularse

No podía ser cierto, Jaejoong no podía estar muerto, y el primer sollozo escapó de mis labios.

-Lo lamento- Sollozo y me volvió a abrazar –Yo…-  hizo una pausa mientras se separaba de mi cuerpo Jaejoong me pidió que te sacara-

Y sentí mi corazón latir después de mucho tiempo, y un alivio se apoderó de mi, aún así no estaba tranquilo, aquella mirada de tristeza de su mamá me preocupaba.

-¿Y dónde está él?- Ella me sonrió.

-FLASH BACK-

Estaba feliz, su sonrisa demostraba aquello, y aún más al recordar las palabras de su hijo que hace unos días le había dicho

-“Mamá, me gusta alguien, yo… lo amo y pronto viviré con él”

-Se que es raro que me guste un hombre- sonrió enamorado –pero de verdad lo amo, su nombre es Max y pronto te lo presentare-“

Y nuevamente su sonrisa apareció, esperaba conocer pronto a aquel chico, le debía tanto, el cambio en su hijo era por él, y con ello su felicidad, sin embargo aquel rostro de felicidad se convirtió en uno de horror cuando vio al guardaespaldas de su esposo arrastrando el cuerpo de su hijo desangrándose.

-¡Jaejoong!-

Aquel hombre detuvo lo que estaba haciendo y vio con miedo como la señora de la casa lo había descubierto, y eso era malo, el jefe se enojaría.

Corría hacía el cuerpo de su hijo, viendo su deplorable estado…

-Jaejoong, cariño- Lo movió, manchándose las manos de sangre, pero no respondía y su desesperación era más al ver que no reaccionaba, llevó sus manos hacía su boca, ahogando un grito, manchando su hermoso rostro blanco de carmesí.

Aquel hombre se movió inquieto, ¿Qué haría ahora?

Se escucho la voz de Jaejoong y aquella señora lo miraba con una gran sonrisa y con lágrimas en los ojos.

-Umma- susurro, apenas pudiendo articular.

-Tranquilo- Dijo acariciando su rostro –estarás bien yo… llamaré a una ambulancia-

Jaejoong la acerco a su rostro, susurrándole algo que la dejó paralizada

-¡¿Qué demonios pasa?!-

Giro su vista, encontrándose con su esposo

-Hay que llevar a Jaejoong al hospital –Dijo poniéndose de pie –Rápido-

Pero aquel hombre no se movió ni un centímetro, haciéndola templar por una suposición

-Tu- Susurro –Tu le disparaste-

-¿Y qué si fue así?-

¡¿Estás loco?! ¡Es tu hijo!-

-No me importa si es mi hijo, si alguien se interpone en mis planes me desharé de él, ahora apártate a menos que quieras terminar como él- Volteo a ver al hombre –Llévatelo, ya sabes que hacer- el asintió y tomo a Jaejoong, que ahora  su cuerpo estaba flácido.

-No ¡Jaejoong!, si no lo atienden morirá, ¿Qué no entiendes?- Le dijo desesperada

Pero solo recibió un golpe que la dejo en el piso

-Apártate- Entro a aquel cuarto, cerrando la puerta con seguro

-¡Jaejoong!- se paró rápidamente,  gritó y golpeo la puerta una y otra vez.

Y el sonido de un disparo la dejo helada, sus lágrimas dejaron de salir, todo había quedado en silencio y se llevo sus manos hacía su cabeza.

Eso no podía estar pasando, fue cuando recordó las palabras de Jaejoong.

“-Max- Susurro –Está en problemas, ayúdalo-“

-FLASH BACK END-

Mis lágrimas escapaban de mis ojos ante aquello, y su mamá de Jaejoong estaba igual que yo.

-Me tarde mucho en encontrarte- Me dijo sollozando –Ahora por favor vete- Y me entrego algo de ropa –Era de Jaejoong- Sonreí y asentí lentamente, también me entrego algo de dinero –Te servirá por un tiempo-

-Gracias-Y ella asintió –Lamento lo de Jaejoong yo… todo fue mi culpa, si yo no…-

-No fue tu culpa- Me interrumpió- apresúrate antes de que lleguen y cuídate-

Y así me puse la ropa de Jaejoong y su mamá me saco de la gran mansión, y me subió a un taxi rumo a la ciudad de Seúl.

Era la primera vez después de 13 años, que veía el exterior, no iba a negar que parte de mí estaba feliz, por ser libre al fin, pero aún así lo sucedido aún me tenía mal, y solo veía el paisaje, y a mi mente venían los recuerdos de Jaejoong porque para que negarlo, me había enamorado de él y lo había perdido.

El taxi me dejo en algún lugar de aquella enorme ciudad.

Y no sabía qué hacer, no sabía vivir en aquel mundo, no tenía la dirección de aquel prostíbulo ya que ahí tenía algo muy importante y suspire.

El cristal de alguna tienda me devolvió mi reflejo, podía ver los golpes en mi rostro, y tenía algunas marcas en mi cuello, reí, me veía deplorable.

También note que la ropa de Jaejoong me quedaba algo corta y suspire, tendría que comprarme ropa, también recordé que no tenía ropa interior.

Entre a una tiene y tome lo primero que vi, no era muy quisquilloso, no después de vivir 13 años sin usar ropa, mientras que me quedará bien, yo no tenía ningún problema.

Tome unos bóxers, unos Jeans, una polera algo floja y unos tenis, tuve que hacer varias pruebas de todo, porque no sabía mi talla ni el número que calzaba.

Y antes de hacer cualquier cosa, necesitaba ir a un lugar, aunque no sabía dónde estaba, fue cuando recordé algo que hace mucho tiempo me enseñaros mis padres.

Y no pude evitar reírme, quién diría que al fin y al cabo de algo me servirían los consejos de mis padres.

Camine –algo incomodo, porque después de tanto tiempo sin usar ropa y solamente una bota se me hacía algo incomoda -buscando una caseta telefónica y me encerré en ella, cuando encontré una, y ahí había un libro o am… creo que se les llamaba agenda o algo así, el punto que fui  buscando lentamente hasta encontrar aquel nombre y la dirección

“Shim Jin Heon”

Shim Changmin, aún recordaba mi verdadero nombre, era extraño saber que de ahora en adelante usaría ese nombre y no Max, pero el dejar de lado aquel apodo era dejar ir atrás mi pasado y comenzar mi nueva vida.

Aún en la calle note como lentamente obscurecía,  y no sabía dónde podría pasar la noche, comencé a caminar, y pude ver gente en los callejones, tal vez sería una buena idea, pero no me agradaba dormir en la calle.

Así que le pregunte a una persona para un lugar donde dormir, creo que me dijo algo de un Hotel a unas cuadras, así que camine.

Agradecí a la madre de Jaejoong haberme dado dinero para pegar aquel lugar, era genial me sentía como un niño pequeño, con aquella cama para mí solo, sobre todo con servicio a la habitación, o algo así no entendí bien, (NA: tengan en cuenta que Changmin no sabe muchas cosas) pero cuando me dijeron que me llevarían la comida que yo quería ¿Cómo podía negarme?

Y fue una de las mejores que pase (omitiré la noche en que Jaejoong y yo hicimos el amor por primera vez y no solo sexo) estaba tan cansado, que caí rendido a aquella mullida cama y no supe más hasta el día siguiente.

Salí renovado de aquel hotel, era como si aquella noche me hubiera quitado varios años de encima, así que tome un taxi que me llevo a aquella dirección que busque el día anterior, aquel lugar dónde vivía hace 13 años…

Vi con nostalgia el lugar donde viví parte de mi niñez, recordaba aquel parque, iba prácticamente todos los días después de la escuela, aunque... lo recordaba más grande, pero 13 años no pasaban en vano.


Respire hondo cuando mis instintos asesinos salieron a flote, tenía que tranquilizarme, así que toque el timbre de mi antiguo hogar, esperando a que me abrieran

La puerta fue abierta y a pesar de los años reconocí a mi madre, casi no había cambiado en este tiempo y mordí mis labios para evitar comenzar a gritar.

-¿Si?- preguntó algo confundido cuando se dio cuenta que la miraba y solo pude sonreír hipócritamente, lo que aumento su curiosidad

-Hola madre- Y la vi abrir sus ojos sorprendida, su cuerpo tembló ligeramente, su boca se abría y cerraba y yo sonreí más.

-Ch… Changmin- Por fin pronunciaron sus labios

-Me sorprende que aún me recuerdes-

-¿Quién es? – Escuché otra vez y pude ver a mi padre, quien vio de reojo a mi madre, quien estaba pálida.
Fue cuando me miró y yo le sonreí.

-Vengo por algo que me pertenece- Estaba confundido, lo sabía, porque el aún no sabía quién era.

-Lo siento muchacho, pero creo que te equivocaste de dirección, no recuerdo haberte visto nunca-

-Lo sé- le sonreí –Se que para ustedes fue fácil olvidarme, pero yo jamás olvide, padre-
Y al igual que mi madre se sorprendió.

-¿Qué haces aquí?­ Dijo al parecer nervioso

Yo solo me encogí de hombros

-Necesito algo, y ustedes lo tienen- Dije aprovechando que ambos estaban prácticamente estáticos para abrirme paso dentro de la casa.

-Wow, esto se ve tan diferente- Como siempre recordaba las cosas más grandes, y al poco rato escuche a mis padres seguirme.

¡Vete, o llamaremos para que te regresen!- Escuche a mi padre gritarme

-Hazlo- Le dije tranquilo, ya que sabía que aquel lugar había sido cerrado, debido a que el padre de Jaejoong lo había reportado y por su puesto había eliminado su registro y el de Jaejoong para no salir perjudicado –Por algo estoy aquí-

Ambos se quedaron de piedra al escucharme, y comencé a subir las escaleras.

-Entonces llamaremos a la policía- Dijo mi madre –Por invasión-

-No estoy invadiendo nada- Le dije sin detenerme –Solo necesito algo  que me pertenece, y no volveré a aparecer en sus vidas-

Entré rápidamente a lo que era mi habitación y me encerré en ella, tal vez lo que buscaba estaría ahí.

¿Quién eres tú?- Escuche una pequeña voz y cuando gire mi vista me encontré con una niña que aparentaba unos 12 años.

Esto no podía ser cierto

Me miraba con curiosidad, con sus ojos chocolate, y sentí un nudo en mi garganta, su curiosidad aumento cuando empecé a reírme, seguro que pensaba que era un jodido loco.

Y en ese momento me sentía como uno, ahí frente a mí, estaba mi pequeña hermana, no me pregunten cómo, lo sabía con solo verla.

-Lo siento- Le dijo aún sonriendo

Recorrí el lugar con la vista, había cambiado mucho desde la última vez que estuve ahí.

-¿Quién eres?- Me volvió a preguntar, al parecer un poco nerviosa cuando los gritos de nuestros padres se escuchaban.

-¿Cuál es tu nombre?- Le pregunté y ella aún un poco nerviosa me respondió

-Shim Seo Yin- y yo sonreí

-Sabes, si te digo quien soy no me creerás- Le dije aún viendo la habitación –recuerdo que esta habitación más grande- Y ella abrió sus ojos sorprendida

-¿Cómo…?-

-¿Cómo puedo conocer tu habitación?- Y ella asintió –Antes era mía- Le dije –Era antes de color azul, la cama estaba pegada a aquella ventana- Ella sonrió un poco

-Suena agradable- y me sorprendió ver la confianza en su voz, al parecer ya no me tenía miedo –Es mejo que este rosa-

Y no pude evitar reír, a lo que ella rió con una sonrisa tímida.

­-Seo Yin- La llamé, y ella vio mi seriedad –Si te digo quien soy ¿Me creerías?- ella se removió incomoda en su lugar

-No lo sé- Dio un vistazo rápido hacía la puerta, donde los gritos de nuestros padres se escuchaban, y luego me miró –Al parecer a mis padres no les agrada que estés aquí, pero me transmites confianza- Y yo sonreí.

-Mi nombre es Shim Changmin- Me costó trabajo no decir Max –Y soy tu hermano mayor Seo Yin-

Pude ver como se ponía pálida y abría y cerraba la boca sin saber que decir, y no la culpaba

-Lo es cierto- Susurro –Si eres… si eres mi hermano… como… como-

-Es una larga historia- Le dije sentándome sobre la cama –La última vez que estuve aquí fue cuando tenía 10 años-

-Pe…-

-Ellos- La interrumpí –Ellos me vendieron- Y esta vez se quedo completamente callada- Pero como te dije, no espero que me creas-

Ella bajo la cabeza, al parecer se lo estaba pensando, como si realmente pensara la gran estupidez que le acababa de decir

-Muéstrame- Susurro –Muéstrame- Alzo la mirada decidida ­–Dame una prueba de lo que me estás diciendo es verdad-


Y yo sonreí ante eso, aún no podía creer que Seo Yin me  estuviera dando su confianza

-Hecho- Le dije moviéndome rápidamente por la habitación con la atenta mirada de mi hermana que me seguía.

-¿Qué buscas?-

-Algún indicio de que estuve aquí- Dije pensativo –Pero supongo que se deshicieron de todo- Bufe. Y fue cuando algo hizo clic en mi cabeza y voltee a verla con una sonrisa y ella me miro extrañada –Todo debe estar en la habitación de nuestros padres-


--¿Y cómo planeas llegar hasta allá? No creo que nos dejen pasar- Dijo volteando hacía la puerta

-Tengo mis trucos- Le dije caminando hacía el armario. Mi pequeña hermana se sorprendió cuando abrí el armario y levanté un pedazo de madera del piso –Este era mi escondite- Le dije sacando un pequeño cuchillo –Es de juguete- Puse el dedo en la punta, haciendo que esta se sumiera ­–no te lastimare ¿Lista?-
Ella asintió y sonrió de una manera pícara, sabía lo que íbamos a hacer era como estar conectados, como si ambos estuviéramos planeando una travesura, y supe que si no me hubieran vendido mis padres, ella y yo nos llevaríamos y entenderíamos muy bien.

Mi pequeña hermana me dio la espalda y le puse el cuchillo de juguete en su garganta y abrí la puerta, fue horror lo que vi en la cara de nuestros padres al ver un cuchillo en la garganta de su hija, en manos de un hijo al cual vendieron, viéndolo de su lado, era algo tal vez peligroso.

Pero trate de ignorar aquellos pensamientos y camine ellos retrocedieron, y lentamente fui caminando de espaldas hacía su habitación, vigilando sus movimientos para seguir con la farsa de que los estaba amenazando con degollar a  mi hermano, claro que eso nunca ocurriría, pero ellos no lo sabían.

Mi madre llevó sus manos hacía su boca para acallar un gritó, y mi padre tenso su cuerpo y me miro con el seño fruncido, y por un momento le tuve envidia a mi hermana, por un momento volví a hacer el niño de 10 años que lloraba y gritaba con desesperación por algo de ayuda a sus padres, por ver aquellos rostros ese día que me llevaron lejos…

Entre a su habitación y nuevamente nos encerramos en su habitación, hubo un momento de silencio donde mi mente seguía transportándome a  aquel suceso vivido, en aquel momento donde mis padres decidieron que ya no les importaba más, y al parecer mi hermana lo noto.

-¿Estás bien?- Me pregunto preocupada –Estás algo pálido-

Yo solo pude asentir y sonreír forzadamente para tranquilizarla

-Solo recordé algo-

-El día en que te vendieron- No pude evitar sorprenderme ante lo que me dijo ¿Cómo lo sabía? y empezó a reírse –Solo lo supuse, pero por tu cara quiere decir que le atine- Lo más seguro es que tenía una cara de estupefacción.

-Tienes razón- sonreí triste –Pero eso fue hace mucho tiempo­, solo recordé al ver sus rostros preocupados por ti, y desee ver esas expresiones el día en que me llevaron lejos-

Ella borro su sonrisa y puso una expresión triste

-Lo lamento-

-No es tu culpa, no tienes porque disculparte conmigo- Y comencé a revisar los cajones y ella no volvió a tocar el tema y yo se lo agradecí en silencio.
ç
-¿Qué es exactamente lo que buscamos?- Pregunto ya cansada de buscar algo que no sabía que era.
Iba a contestarle cuando los encontré, con una sonrisa saque aquello que estaba buscando, eran unos pedazos de papeles, mi acta de nacimiento, y otros que demostraban que existía, los necesitaba para poder tener una identidad, no tenía estudios, pero tal vez con el tiempo lograría estudiar.

Le di mis papeles a mi hermana, y sin embargo ella no los vio y solo me sonrió, ante aquello la vi extrañado ¿Qué pretendía?

-Ya no los necesito- Me dijo con una sonrisa –Te creo-

-Pero…-

-Max- Mi protesta contra mi hermana murió ante aquella voz que se escucho detrás de la puerta, y sentí como mi cuerpo tembló, mi mente me estaba jugando sucio, y lo volví a escuchar -¡Max!-

-Jaejoong- Fue lo que logré susurrar

----------------------------------------------------------------

-Max- Susurre –Está en problemas, ayúdalo- fue lo único que pude decir, realmente me costaba respirar, pero tenía que sacar de alguna manera a Max de ahí, y mi madre era mi última esperanza porque yo sabía que moriría ese día.

-¡¿Qué demonios pasa?!-

-Hay que llevar a Jaejoong al hospital, rápido-

-Tu- Susurro –Tú le disparaste-

-¿Y qué si fue así?-

¡¿Estás loco?! ¡Es tu hijo!-

-No me importa si es mi hijo, si alguien se interpone en mis planes me desharé de él, ahora apártate a menos que quieras terminar como él-

Solo escuchaba sus voces, solo eso, no podía mover mi cuerpo

-Llévatelo, ya sabes que hacer- y después de eso sentí como mi  cuerpo era arrastrado, ¿A dónde?, no lo sabía, pero sabía que sería el lugar donde moriría

Sentí que me colocaban unos grilletes en mis muñecas y luego me colgaron contra una pared, no pude evitar reír débilmente, vaya vida que había llevado, siempre había sido un niño mimado y egocéntrico, y aunque siempre que decía que mi padre era un idiota, alcohólico y demás jamás me había atrevido a desobedecerlo, y ahora me encuentro aquí a punto de ser asesinado por el que alguna vez llame padre y no me importaba en lo absoluto.

-¿De qué te ríes?- Con dificultad levante mi rostro y vi el rostro cebero de mi padre y yo le sonreí, lo que el frunció el seño –No estás en posición de sonreír Jaejoong- Dijo sacando un arma.

-Lo sé- Me sorprendió poder decir algo –Y se que en este mismo instante moriré, y no me importa-

Un horrible dolor atravesó  mi cuerpo, y jadee de dolor, mi padre me había vuelto a disparar, pero solo fue a mi hombro ¿Estaba jugando?

-No te mataré, te necesito vivo- Fue lo único que me dijo –Traigan a un doctor-

Cada parte de mi cuerpo aullaba de dolor, pero  ante el comentario anterior tuve un mal presentimiento ¿Para qué me necesitaban? Creo que era más que obvio que no lo volvería a ayudar con lastimar a Max.

De repente mi cuerpo no resistió más, nuevamente mi vista se nublo y todo se volvió negro.

----------------------------------------

Lentamente abrí los ojos, sintiendo mi cuerpo pesado, sintiendo el dolor en cada parte de mi cuerpo, y lo primero que vi fue el rostro de mi padre

-Por fin despiertas-Pero no conteste, me sentía muy débil para hacerlo –Veo que la cirugía te  afecto- Dijo restándole importancia

-Porque- Mi voz era un susurro -¿Por qué me mantienes con vida?-

-Quiero saber que fue lo que paso- Dijo acercándose más hasta sostener mi rostro y apretarlo con fuerza, sacándome un gemido de dolor -¿Qué le paso a mi hijo? ¿A mi orgullo? Para desobedecerme de esa manera-

-Tu hijo- solté en un suspiro  -Ese hijo murió- Ante aquello me soltó una bofetada.

-¡Eres un idiota! ¡¿Renunciaste a todo por ese chico?!- Y no pude evitar reír ante aquello

- ¿Me lo dices tú?- Susurre -¿Cuántos años estuviste planeando la venganza contra aquel burdel solo por Max?- Ante aquello se quedo callado y solo salió de ahí molesto.

No sé cuánto tiempo paso, pero mi padre era testarudo, siempre regresaba intentando traer de vuelta a aquel hijo que alguna vez, aquel hijo que hacía lo que le dijeran sin rechistar, y sin embargo con el tiempo se volvió una tortura, siempre traía a una persona con un látigo, sacándome heridas cada vez más profundas.

Mi cuerpo no podía tener más heridas, siempre cubierto de sangre, a veces me preguntaba porque mi padre seguía insistiendo, ya no quería seguir con esta tortura, solo quería morir, y me preguntaba si Max estaba ya libre.

Un día en específico que apenas si podía estar despierto la puerta se abrió como siempre, sin embargo no escuche la silla de ruedas de mi padre, a cambio escuche unos lentos e inseguros, con dificultad levante la vista y mi corazón latió después de tanto tiempo.

-Mamá- Logré susurrar y ella me miro con una sonrisa, al mismo tiempo que su rostro estaba cubierto de lágrimas.

-Estás vivo- Susurro entré lágrimas y corrió a abrazarme, no pude corresponderle porque mis manos seguían atadas a la pared –Te sacare de aquí-  Me dijo separándose de mí, sacando unas llaves, liberándome de los grilletes, haciendo que cayera precipitadamente contra el piso –Lo siento cariño- Me volvió a abrazar.

La abrace, y le pregunte algo que tenía rondando desde hace mucho tiempo

-¿y Max?- Ella me miró con lágrimas en los ojos y me preocupe, así que la tome por los hombros y la zarandee desesperado

-Tranquilo- Me susurro y yo la solté –Lo dejé libre hace un par de horas, y le di algo de dinero- Me dijo con una sonrisa –Tarde un tiempo en encontrarlo, pero hice lo que me pediste- Sus lágrimas seguían bajando por su rostro y ante sus palabras pude sentir un gran alivió recorrer mi cuerpo - Pero tu padre ya lo descubrió y mando a buscarlo-

-Tengo que ir por él- Intenté ponerme de pie, pero en cuanto lo hice nuevamente caí al piso

-Estás muy débil cariño, aunque sea espera hasta mañana-

-Si lo hago papá lo encontrará- Le dije desesperado

-Lo sé, pero así como estás no lograrás hacer nada- Me dijo, para luego tomarme el rostro y mirarme directamente a los ojos -¿Lo entiendes verdad?- Yo solo pude asentir- Bien- Ella hizo una seña y Kyuhyun entró. Jamás estuve tan feliz de ver a ese chofer.

Entre mi madre y Kyuhyun me sacaron de ahí, llevándonos a uno de nuestros autos una vez adentro le pregunte a mi madre:

-¿A dónde vamos?-

 -A una casa que compre hace mucho tiempo, lo compre a nombre de alguien que conozco, así tu padre no nos encontrara-

Solo pude asentir,  la calma lentamente embargo mi cuerpo y sin más me quede dormido.

----------------------------------------------------------------------------------

Encontrar a Max en Seúl era como encontrar una aguja en un pajar, y aparte tenía la desesperación de que mi padre lo estaba buscando y tenía sus contactos, aparte de que yo llevaba un día de retraso, me preocupaba que mi padre ya lo haya encontrado, pero quería ser optimista y comencé a buscarlo.

Mis heridas aun no sanaban por completo, pero no podía perder más tiempo.

No sé cuantas horas pasaron pero ya me había cansado, había estado buscando a Max al mismo tiempo que evadía a los guardias de mi padre, que para este momento no solo buscaba a Max, a mí también y a mi madre.

Me senté un rato tratando de relajarme un rato, cuando un taxi se estaciono cruzando la calle, no le tome mucha importancia, me puse de pie dispuesto a seguir recorriendo la ciudad cuando sin querer voltee hacía la dirección dónde aquella personas bajaba del taxi, mi corazón se detuvo por un momento para comenzar a trabajar el doble

Ahí bajando del taxi estaba Max, y sentí como mis lágrimas se acumulaban en mis ojos, porque ahí estaba Max frente a mí, sin un rasguño

-¡Max!- Grité, pero el sonido de los automóviles disminuía el sonido de mi voz -¡Max!- Pero él seguía caminado, por un momento giro, y pude ver algo de melancolía en su rostro al ver el parque que estaba junto a él.

Y luego camino hacía una de las casas que estaban cerca, y yo no podía cruzar la bendita calle, quería correr hacía él y abrazarlo pero tampoco iba a cruzarme sin nada arriesgándome a que un carro me atropellara.

A lo lejos pude ver  como tocaba la puerta, y una mujer salió de ahí, no supe de que estaban hablando pero la mujer se sorprendió, y luego un hombre salió, y lo supe, aquellas personas eran los padres de Max, el hombre se parecía a él.

Max sonrió, y luego un camión grande se atravesó y no me dejo ver lo demás, solo vi cuando la puerta fue cerrada. Cuando por fin pude atravesar la calle me quede a fuera un rato, supe que Max estaba reencontrándose con sus padres y necesitaba algo de tiempo

Jamás le había preguntado a Max sobre sus padres, ni como había llegado a aquel burdel, y el tampoco me lo había contado, por eso siempre había creído que era un tema delicado

Un gritó llego a mis oídos y supe que provenía de la casa donde había entrado Max, sin importarme nada entré sin permiso a aquella casa, encontrándome con aquellas personas que supuse eran los padres de Max, golpeando y gritando a aquella puerta.

-¿Qué está pasando?- Aquellas personas giraron a verme

-Un chico se metió a nuestra casa, le puso una navaja al cuello a nuestra hija y se encerró en la habitación-

No pude evitar enarcar una ceja ¿Estaban hablando enserio? Max no haría nunca eso, y pude ver en sus expresiones que no me estaban diciendo la verdad

-¿Por qué no han llamando la policía?- Ambos se miraron entre sí y me di cuenta de que tenía razón, ellos no me estaban diciendo la verdad –Vale, lo sacaré de ahí-

-Max- Ellos me miraron sorprendidos al parecer no sabían que lo conocía -¡Max!

---------------------------------------------------------------------------

Changmin sintió que todo le daba vueltas cuando escucho la voz de Jaejoong, y su hermana notó como se ponía pálido

-¿Changmin quién es Jaejoong?- Pregunto para saber porque su hermano se ponía pálido -¿Y por qué te llamo Max?-

-Es una larga historia- Le sonrió  al mismo que le volvía a enseñar la navaja de juguete –Quiero meterlo a la habitación-

Ella sin entender mucho asintió y repitieron el acto anterior, donde Changmin le puso la navaja en su cuello.
Jaejoong no pudo evitar sorprenderse cuando la puerta se abrió y Changmin salió con aquella chica y una navaja en su cuello.

-¿Max qué estas…- Pero no pudo  seguir continuando porque un gritó se escucho a su espalda

-¡Suelta a nuestra hija!- Pero Changmin no se inmuto

-Jaejoong- Este giro su vista a su niño y pudo ver un brillo en su ojos, al mismo tiempo podía ver un mensaje en ellos, le iba a seguir el juego, fuera lo que fuera –Entra a la habitación- Y el obedeció –Y ustedes- Le dijo a sus padres –No se muevan- Dijo acercando la navaja al cuello de su hermana

A lo que sus padres dieron un paso hacia atrás y obedecieron

Una vez que Changmin los encerró en el cuarto giro con una gran sonrisa hacía Jaejoong, porque esta vez era diferente, siempre acostumbrado –demasiado para su gusto- a que le dieran la noticia de quien quería estaba muerto, y ahora Jaejoong estaba ahí frente a sus ojos, y sin pensárselo 2 veces se abalanzo contra él siendo recibido por 2 fuertes brazos que lo apresaron contra su cuerpo.

-Estás vivo- Fue lo que susurro, mientras que lentamente se separaba de su cuerpo, comenzó a observar su cuerpo, pudo ver heridas en su cuello y rostro, pero no le importo, porque estaba ahí.

-Pasaron muchas cosas- Le dijo con una gran sonrisa para abrazarlo nuevamente

Mientras Seo Yin los veía con una sonrisa en su rostro, no le importaba que su hermano tuviera esos gustos, muchos de sus compañeros eran así, y le hacía feliz ver a su hermano con esa gran sonrisa.

Cuando se separaron Changmin volteo a ver a su hermana con una gran sonrisa

-Jae, ella es mi hermana Seo Yin- Ambos hicieron una reverencia.

Pero Jaejoong aun tenía la duda de si aquella chica era su hermana porque sus padres se habían vuelto locos porque su hijo desaparecido después de tantos años había regresado, parecían asustados.

Y al poco rato volvieron a escuchar los golpes y gritos detrás de la puerta.

-Creo que es hora de irnos- Jaejoong asintió y cuando estaban a punto de salir la hermana de Changmin los detuvo

-Espera- Changmin se volteo a verla con curiosidad -¿Nos volveremos a ver?-

Changmin le sonrió dulcemente y asintió.

-Un día vendré a buscarte ¿De acuerdo?- Ella asintió con una gran sonrisa

---------------------------------------------------------------------------

-Toma es tuya- Me dijo mi hermano cuando me entrego  aquella navaja de juguete y yo solo pude sonreír.

Era una loca historia, pero si me ponía a pensar detenidamente algo de esa historia tenía coherencia, siempre le pedía a mis padres un hermana o hermano, y siempre que mencionaba el tema se ponían ariscos y a la defensa, aquello era porque ya tenía un hermano, un hermano al que habían vendido hace mucho, antes de que yo naciera.

Una vez que abrieron la puerta mi hermano y su –quiero suponer- pareja ignoraron a mis padres y siguieron su camino, mis padres inmediatamente corrieron hacia mí, preguntándome si estaba bien, observando con detenimiento mi cuello si no tenía algún corte hecho por aquella navaja de juguete.

Ante la mirada de mis padres me puse de pie y camine hacia la ventana, viendo como mi hermano y Jaejoong se subían a un taxi, y sonreí, gire hacia mis padres y puse el dedo en la navaja, demostrándoles así que solio era un juguete, y ellos se quedaron estupefactos.

-Ahora díganme porque vendieron a mi hermano-

 Y sus miradas valieron oro en ese momento.

---------------------------------------------------------

Después de aquello todo lentamente fue tomando su lugar, sabía que el padre de Jaejoong nos estaría buscando, y habíamos llegado a una solución: Salir del país

Y acepte, pero quise ir a un lugar antes de salir del país, tal vez un día volveríamos pero cuando ya no estuviéramos huyendo.

Por eso le pedí a Jaejoong que me llevara al prostíbulo, ahí donde estuve 13 años de mi vida, pude ver un montón de cordones donde decía que se prohibía el paso, recordaba que había cerrado por ser clandestino, pero no me importo

Así que con Jaejoong entré al lugar, recorriendo aquellos pasillos solitarios hasta llegar a lo que alguna vez fue mi habitación.

-¿Max?- Gire mi rostro al verlo y le sonreí.

-Solo estaba recordando, cuando llegue aquí- Reí un poco –Es un poco extraño que ya no pertenezca a este lugar- y me acorde de algo -¿Jaejoong?-

-¿Sí?-

-Mi verdadero nombre es Changmin-

El me miró sorprendido y me sonrió para abrazarme, y cuando me soltó camine hacia lo que fue mi cama, me agache y saque una caja de metal

-¿Qué es?- Pregunto curioso, pero no le respondí, solo abrí la caja y él se quedo pasmado

-Es la propina que me daban los clientes, la mantuve escondida, porque siempre quise salir de este lugar, y cuando lo hiciera no quería estar sin que vivir-

-Es bastante- Yo solo asentí  -¿Listo para irnos?-

-No, aun me falta por visitar algo más-

Me dirigí hacía lo que era el patio trasero, era el único lugar al que nos dejaban salir, todo estaba bardeado y bien vigilado desde que Taemin hubiera logrado escaparse.

Camine hasta lo que era una reja, y ahí en ese lugar era un cementerio, aquí enterraban a las personas que habían trabajado ahí para no levantar sospechas de nada.

Taemin estaba enterrado ahí, camine entre las lápidas hasta tomarme con una que decía “Lee Taemin”  Y sonreí al recordar en como la única forma en que recuperaras tu nombre era muriendo, me agache y acaricie con mis dedos lentamente su lapida.

-Seguiré adelante- susurre, vi de reojo a Jaejoong, que solo miraba la lapida, no sabía nada de Taemin, tal vez un día le contaría que fue mi primer amor y la forma trágica en que murió, pero en esos momentos sentía que no tenía importancia después de todo al que amaba ahora era a él.

Agradecía a Jaejoong que no preguntara mucho de mi pasado, no había dicho nada aquel día que fui con mis padres y mi  hermana, y realmente se lo agradecía, había algunas cosas que no quería desenterrar, Taemin era una de ellas, porque él era mi pasado y ahí se iba a quedar.

Me puse de pie y di media vuelta para salir de aquel lugar, cuando una pareja entro al cementerio, la verdad no le di mucha importancia en ese momento y seguí caminando seguido de Jaejoong.

Gire mi vista una vez más hacía la tumba de Taemin para despedirme cuando me di cuenta que aquella pareja había dejando un ramo de flores en su tumba, y lo supe… eran los padres de Taemin.

Apreté mis puños fuertemente hasta hacerme daño, pude ver que Jaejoong se dio cuenta cuando me abrazo

-¿Estás bien?- Pero por un momento lo ignore y camine directo hacía ellos, recordaba hace muchos años algo que me dijo Taemin

“No quiero volver a ver a mis padres, ni siquiera cuando muera”

Quería cumplir lo que Taemin había pedido, y me pare bruscamente, me quede viendo aquella escena, dónde su madre se deshacía en lagrimas, y solo pude pensar “Que hipócritas”

Di media vuelta y Jaejoong me siguió fuera del lugar.

-¿Changmin, estás bien?-

-Sí, solo- Suspiré –A quién vine a visitar hoy fue a alguien que ame hace mucho-  Una gran tristeza abarco el rostro de Jaejoong  -No, escúchame- Le dije tomando su rostro, para obligarlo a que me viera –Te amo ¿Me escuchaste? Te amo a ti, a él lo ame hace mucho tiempo y lo asesinaron-  El me miró sorprendido –Estoy enojado porque aquella pareja que entró eran sus padres-

-¿Qué tiene?- Preguntó confundido

-Sus padres lo vendieron a este prostíbulo cuando tenía 10 años, y verlos aquí me enoja porque son unos hipócritas, de haberlo hecho hace mucho tiempo no hubiera dudado en gritarles, pero ahora a la persona que amo es a ti Jaejoong y eso ya no me corresponde-

-Entiendo- Dijo abrazándome y pegándome a su cuerpo –Tus padres también te vendieron ¿Cierto?- Baje mi mirada

-Eso fu hace mucho tiempo Jaejoong-

-Hey- Tomo mi rostro entre sus manos y depósito un beso en mi nariz –Nunca te pregunté porque sabía que era un tema delicado, pero quiero saber, ahora más que nunca-

No pude evitar suspirar y sonreírle al mismo tiempo, porque Jaejoong era todo mi universo en ese mismo instante asentí y tome su mano comenzando a caminar.

-Te lo contaré en el camino-

Porque era feliz, de ahora en adelante seríamos solo él y yo, porque lo amaba porque a pesar de mi libertad seguía siendo un esclavo, su esclavo que cumpliría cada uno de sus deseos.


FIN

Hola hola, pido mil disculpas por la tardanza de este fic, en primera la  universidad no me deja mucho tiempo y menos en tiempo de examenes, pero bueno, espero que les haya gustado esta historia que por fin despues de mucho tiempo llego a su final n.n gracias por leer

10 comentarios:

  1. Hola!
    Si tengo que ser sincera, he de decir que el final me pareció muy abrupto...la trama se fue complicando y en partes tuve que saltarme porque me aburría...creo que corriste demasiado con este capítulo, que Max se haya recuperado demasiado rápido de los ultrajes, esa visita a su casa, su hermana, no sé pero no le vi sentido para la historia.
    No vayas a tomar mi comentario como malo, es con buena intenció...unas sugerencias para el futuro, he leído tus otros fic...empiezas bastante bien, el inicio pega y una quiere saber más, pero al final como que corres e incluyes cosas que distraen de la trama principal, todo termina muy rápido y hay varias cosas que quedan sin explicación.
    Pero eso sí, debo darte gracias por escribir Jaemin, amo mucho a esa pareja, y sobre todo a CM de uke, wiiiii :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No al contrario, agradezco tu comentario y crítica, eso m ayuda mucho a mejorar mis historias n.n tratare de tomar tus consejos, e verdad, muchas gracias haré lo posible en la siguiente historia,n.n

      Eliminar
  2. Kyyaaa el final de esta historia!!!

    uff pobre Min, hasta el final sufrio mucho y yo tambien al pensar que Jae si habia muerto.

    De verdad que no entiendo a los padres de Min, pero me alegro muchisimo que su hermana haya hecho click con él jeje.

    Me gustaría que hicieras un epílogo, es que no puede quedar impune todo lo que el padre de Jae hizo, merece su castigo.

    Pero aun asi, gracias por terminarlo linda!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jejeje voy a pensarlo, es que en esta historia no me fluían mucho las ideas n.n gracias por leer y por tu cometario

      Eliminar
  3. OMG! ¡Yisus~! Gracias al cielo.... CHANGMIN ESTA BIEN JUNTO A JAEJOONG~ °^°

    Sentí que el alma se fue de mi cuerpo al creer que JaeJoong estaba muerto -llora- pero bien.... Me repondre.... Luego... La ida de Min con sus padres me hizo enfurecer pero eso se esfumo cuando interactuo muy bien con su hermanita T.T hasta llore de mera alegría.

    Que bueno que mi JaeMin ya esta bien.... Muchas gracias por el three shot ^^ alimentas mi amor por el JaeMin

    Sung_Eun_Kyung<3 (<-- Nombre original de mis cuentas de lectora)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jejeje gracias por leer n.n este three shot me costo mucho trabajo porque mi inspiración no fluía y te agradezco tu comentario n.n

      Eliminar
    2. No, no, no.... NADA de eso.... GRACIAS A TI POR ESCRIBIR ESTO ^^ y comprendo lo de tu inspiracion.... Suele pasar y es frustrante.... Suerte con ello.

      Eliminar
  4. wow y mas wow! no me esperaba algo asi, pero me gusto la historia y el final *^*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, por qué no ne-chan? gracias, me anima a seguir escribiendo TKM

      Eliminar