“Gracias por quererme”
Aquellas palabras resonaron en mi mente,
haciendo que abriera los ojos lentamente, recordándome que estoy en un avión,
observo por la ventanilla de este avión a Corea del Sur por primera vez después
de 6 años, mi regreso es prácticamente obligatorio, ahora que me voy a casar,
ya que tendré que conocer a su familia y yo presentarle a la mía.